Los Cambios de sede de los Tigres de Quintana Roo a lo largo de su historia han marcado profundamente la identidad del equipo, uno de los más emblemáticos del béisbol mexicano. Desde su fundación en 1955, la novena ha recorrido diversos estadios y ciudades antes de consolidarse en el Caribe mexicano.
Breve repaso de la trayectoria de los Tigres
Los Tigres fueron fundados por el periodista Alejo Peralta el 14 de abril de 1955. Desde entonces, el equipo ha sido protagonista en múltiples campeonatos, enfrentando grandes desafíos, entre ellos constantes cambios de sede, decisiones directivas y evolución en sus bases de fanáticos.
Cambios de sede de los Tigres de Quintana Roo a lo largo de su historia
Ciudad de México (1955-2001): El nacimiento de una dinastía
En sus inicios, el equipo fue conocido como Tigres Capitalinos o Tigres del México y jugaba en el legendario Parque del Seguro Social. Durante esta etapa, los Tigres se ganaron el apodo de “El equipo que nació campeón” al coronarse en su primera temporada. Esta sede marcó el primer gran periodo de gloria de la franquicia.
La frase clave Cambios de sede de los Tigres de Quintana Roo a lo largo de su historia comienza en la capital, donde forjaron una base sólida de seguidores y conquistaron múltiples campeonatos.
Puebla (2002-2006): Una breve pero intensa escala
En 2002, los Tigres sorprendieron al mudarse a Puebla, convirtiéndose en los Tigres de la Angelópolis. Aunque esta etapa fue más breve, tuvo momentos significativos, como una fuerte rivalidad con los Pericos y el seguimiento leal de la afición poblana.
La historia de los Cambios de sede de los Tigres de Quintana Roo a lo largo de su historia se profundiza aquí, pues la transición dejó lecciones sobre la identidad de un equipo sin importar la plaza.
Cancún, Quintana Roo (2007 – presente): Una nueva casa en el Caribe
La actual sede del equipo es Cancún, donde fueron renombrados como Tigres de Quintana Roo. Desde su llegada al Estadio Beto Ávila, la escuadra ha encontrado estabilidad, cosechando campeonatos y manteniendo una presencia fuerte en la Liga Mexicana de Béisbol.
Este ha sido, sin duda, el periodo más estable desde su fundación, atrayendo una nueva generación de aficionados.
Durante su paso por diferentes plazas, el equipo vivió tanto éxitos como desafíos. El cambio de identidad y afición generó debates similares a los que han surgido en casos como el de mudanza de franquicias deportivas en México y aficiones que migran con su equipo. Estos fenómenos son complejos y revelan el impacto emocional del deporte en las comunidades.