El 14 de junio de 2025, Israel ataca yacimiento clave en Irán, provocando un incendio que paraliza la producción de gas natural en el estratégico campo de South Pars. Este incidente ha generado una alerta internacional debido a la importancia de esta infraestructura energética para el suministro global.
Israel ataca yacimiento clave en South Pars
El ataque israelí a la plataforma Fase 14 en el yacimiento South Pars fue parte de la denominada “Operación León Ascendente”. Esta ofensiva tuvo como objetivo no solo instalaciones nucleares, sino también infraestructuras energéticas esenciales en Irán. El resultado fue un incendio en la refinería Fajr Jam, lo que paraliza producción de gas iraní en cantidades significativas. Esta acción representa un golpe fuerte al sector energético de Irán y podría tener repercusiones globales.
Impacto del incendio en South Pars
El incendio en South Pars afectó una de las mayores fuentes de gas natural compartida entre Irán y Catar. La paralización de la producción de al menos 12 millones de metros cúbicos diarios de gas supone un impacto económico considerable para Irán y pone en riesgo el abastecimiento energético en la región del Golfo Pérsico. Además, los mercados internacionales muestran preocupación por la posible inestabilidad en el suministro energético a nivel global.
Reacciones y consecuencias políticas
En respuesta al ataque, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) ha lanzado represalias contra objetivos israelíes, intensificando el conflicto en el Medio Oriente. Este evento subraya la delicada situación política y cómo los enfrentamientos militares están ligados directamente a la seguridad energética mundial. La escalada puede afectar no solo a Irán e Israel, sino a múltiples países dependientes del gas natural proveniente de la región.
¿Qué sigue para el mercado energético?
Con el daño en el yacimiento clave de South Pars, la incertidumbre se apodera de los mercados energéticos. La recuperación de la producción dependerá del tiempo y recursos destinados para reparar las infraestructuras afectadas. Este escenario podría acelerar la búsqueda de fuentes alternativas de energía y aumentar los precios globales del gas natural.