Durante una jornada legislativa marcada por discursos maratónicos y divisiones partidistas, la Cámara de Representantes aprueba el plan fiscal impulsado por el expresidente Donald Trump, generando polémica tanto por su contenido como por su impacto económico proyectado.
El Senado lo aprobó primero; ahora regresa a Trump
El proyecto, denominado “El Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, fue aprobado este martes en la Cámara Baja con 218 votos a favor por parte de legisladores republicanos, mientras que dos miembros de su propia bancada se opusieron, al igual que los 214 representantes demócratas. Dicha aprobación se da luego de su aval en el Senado, por lo que será enviado al expresidente Trump para su firma final.
Cámara de Representantes aprueba el plan fiscal con récord de discurso
En un intento por frenar la aprobación, el líder demócrata Hakeem Jeffries habló durante ocho horas y 44 minutos, convirtiéndose en la intervención más larga en la historia de la Cámara de Representantes. Pese a sus esfuerzos, el presidente del Congreso, Mike Johnson, reiteró el respaldo al proyecto desde su bancada.
Recortes fiscales permanentes y nuevo impuesto a remesas
Cámara de Representantes aprueba el plan fiscal que plantea, entre otras medidas, hacer permanentes los recortes fiscales establecidos por Trump en su primer mandato (2017–2021). Una de las disposiciones más polémicas es el cobro de un impuesto del 1% a las remesas enviadas desde Estados Unidos hacia el extranjero.
Se estima que estas modificaciones provocarían que el Estado deje de percibir entre 4 y 4.5 billones de dólares en la próxima década, aumentando además el déficit fiscal en 3 billones adicionales, sobre un déficit ya existente de 1.1 billones.
Exención fiscal a propinas y críticas a recortes sociales
Entre los puntos más destacados del proyecto, figura la exención de hasta 25 mil dólares al año en impuestos federales sobre las propinas, una medida que busca favorecer a trabajadores de sectores como la hostelería y el turismo. Sin embargo, los demócratas han advertido sobre los recortes a Medicaid, asegurando que podrían poner en riesgo la vida de millones de ciudadanos.
Tensión en el Congreso y debate público encendido
El plan fiscal no solo agudizó la polarización política, sino que también generó controversia en la opinión pública. Mientras los republicanos celebran la aprobación como una victoria económica, los demócratas señalan que las consecuencias fiscales podrían ser devastadoras para los servicios públicos esenciales.