La fuente QR informa que Ximena Pichel, conocida en redes como Lady Racista, entregó una carta a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México solicitando un encuentro personal con el agente de tránsito al que insultó. En la carta expresa que el incidente “afecta mi imagen personal y profesional”, y que está dispuesta a asumir su responsabilidad.

Petición directa a la SSC para ofrecer disculpas
En su escrito dirigido a Pablo Vázquez Camacho, titular de la SSC, Ximena Pichel manifiesta su deseo de ofrecer una disculpa pública y personal al oficial. Reconoce que este episodio la ha afectado profundamente en lo personal y profesional, y considera necesario enfrentar al policía para expresarle su respeto como persona y servidor público.
Lady Racista busca disculparse con policía por su comportamiento
La solicitud ha generado debate. Por un lado, algunos sectores consideran que la disculpa pública de Lady Racista puede ser un paso significativo hacia la rendición de cuentas. Por otro, muchos usuarios exigen consecuencias legales más firmes y denuncian una estrategia mediática para limpiar su imagen.
Además de la carta, Ximena Pichel enfrenta una denuncia penal ante la Fiscalía General de Justicia y una queja ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred). Se espera que, como parte de las medidas de reparación, tome talleres sobre sensibilización en temas de racismo.
Reacciones en redes y consecuencias legales en curso
Las reacciones no se han hecho esperar. Mientras algunos usuarios aplauden el intento de reconciliación, otros subrayan que “Lady Racista afecta su imagen profesional” no por el escándalo en sí, sino por la falta de responsabilidad social demostrada en sus palabras. Aún no hay respuesta oficial por parte del policía agredido, lo cual mantiene la tensión en torno al caso.
¿Perdón o estrategia? Las intenciones detrás del gesto
La intención de Pichel, según se detalla en su carta, es transformar el hecho en una oportunidad de aprendizaje. Asegura que el encuentro es necesario para demostrar que su arrepentimiento es genuino, y no solo una reacción ante la presión mediática.