El asesinato de Ernesto Cuitláhuac Vásquez Reyna, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tamaulipas, ha sacudido al país. La institución federal ha vinculado este crimen al decomiso de huachicol, una de las operaciones más grandes realizadas en la región. El asesinato de delegado en Tamaulipas destaca por su brutalidad, y se sospecha una fuerte conexión con el crimen organizado.
Contexto del crimen: una ejecución con mensaje
El ataque contra Vásquez Reyna ocurrió el 4 de agosto en Reynosa. Fue un atentado directo, violento y meticulosamente planeado. El delegado fue interceptado con armas largas y granadas; videos en redes sociales muestran a los atacantes ejecutando al funcionario junto a su vehículo.
Las autoridades investigan si el asesinato de delegado en Tamaulipas fue una represalia directa por el decomiso de huachicol, realizado días antes por fuerzas federales y la propia FGR.
Violencia desmedida en Reynosa
La FGR emitió un comunicado en el que calificó el crimen como un hecho con violencia “inusitada y brutal”. Esta característica ha sido clave para inclinar la investigación hacia grupos de delincuencia organizada que operan en Tamaulipas.
“Ambos elementos indican una sólida probabilidad de que este hecho provenga de la delincuencia organizada”, afirmó la FGR.
La institución también destacó que el móvil más fuerte hasta ahora es el reciente decomiso de huachicol, lo cual pudo haber sido visto como una provocación directa por parte de los grupos delictivos.
Operativo contra huachicol: más de un millón de litros
En los últimos días de julio, la FGR, la Sedena y el Gabinete de Seguridad decomisaron más de 1 millón 800 mil litros de gasolina robada y otros hidrocarburos. Este decomiso de huachicol representó un golpe sin precedentes a las redes criminales que operan en el estado. Durante el operativo se aseguraron:
- 9 tractocamiones
- 39 frac tanks
- 12 motobombas
- 3 vehículos particulares
- 2 generadores de energía
- 1 barredora industrial
La FGR subrayó que el decomiso de huachicol fue “un grave descalabro” para el crimen organizado. Este hecho, sumado al despliegue de elementos del Ejército y personal ministerial, ha sido identificado como un posible detonante del atentado contra Vásquez Reyna.
Aunque no se descartan otras líneas de investigación, los indicios apuntan a que el decomiso de huachicol generó una reacción inmediata y violenta por parte de los grupos delictivos que operan en la región.
Sheinbaum promete justicia
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el Gabinete de Seguridad ya trabaja con las autoridades estatales para esclarecer el caso. Aseguró que no quedará impune y que la lucha contra el crimen organizado continuará.
La FGR, por su parte, expresó sus condolencias a la familia del funcionario, a la que brindará apoyo permanente durante el proceso de investigación.