Cancún no solo es playas y turismo; gran parte de su población vive en colonias con servicios públicos mínimos. Crecimiento acelerado y falta de planificación han dejado zonas habitacionales al margen de la infraestructura básica.
Asentamientos irregulares sin identidad oficial
Hay cientos de asentamientos sin nombre en los alrededores, con unas 250,000 personas viviendo sin agua, luz o escuelas dignas. En estas zonas, la vulnerabilidad infantil se dispara y el crimen acecha sin control.
Impacto sobre los niños y la comunidad
Los más afectados son los niños, que suelen quedarse solos o bajo vigilancia improvisada, en contextos donde faltan servicios y las oportunidades brillan por su ausencia.
Falta de infraestructura y espacios públicos
La carencia de parques, caminos pavimentados o alumbrado genera un escenario propicio para la delincuencia y el deterioro social.
Colonias con desabasto crónico de agua
En la lista de colonias con peores servicios, destacan Tres Reyes, Valle Verde, Avante, La Morena, Colonia Chiapaneca, Alfredo V. Bonfil y Regiones 247 y 248. La falta constante de agua potable coloca a sus habitantes en un nivel de emergencia diaria.
Seguridad ausente y deterioro social
Las peores zonas para vivir por falta de servicios en Cancún se empobrecen aún más con la inseguridad. Colonias como Alfredo V. Bonfil, Tres Reyes, Santa Cecilia, Valle Verde y Villas Otoch Paraíso enfrentan altos índices de delitos, robos y violencia urbana.
Ejemplo de Villas Otoch Paraíso
Este fraccionamiento de interés social se ha convertido en un símbolo de abandono: servicios públicos deficientes y condiciones de vida deterioradas, aunque oficialmente forma parte de la mancha urbana.
Raíz del problema: crecimiento sin control
El municipio de Benito Juárez, donde se ubica Cancún, ha crecido de forma acelerada (más del 5.6 % anual), lo que ha generado asentamientos espontáneos sin planificación ni servicios. Ejido Alfredo V. Bonfil es el ejemplo más notorio.
Conclusión motivadora
No hay rodeos: las peores zonas para vivir por falta de servicios en Cancún son claras, reconocidas y afectan gravemente a miles de familias. Entenderlas es el primer paso para exigir soluciones o, mejor aún, evitar caer en ellas. Cancún puede y debe ser más justo para todos.