La temperatura media global alcanzó niveles sin precedentes, evidenciando el impacto del cambio climático y marcando un hito preocupante en la lucha contra el calentamiento global.
El domingo 21 de julio se ha consagrado como el día más caluroso jamás registrado en la historia del planeta, según datos preliminares del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea. La temperatura media global del aire en superficie alcanzó los 17.09 grados Celsius, superando ligeramente el récord anterior de 17.08 grados, establecido el pasado julio.
Durante la última semana, olas de calor han afectado vastas áreas de Estados Unidos, Europa y Rusia, exacerbando la situación climática y poniendo en alerta a las comunidades y autoridades. El Servicio de Cambio Climático Copérnico confirmó a Reuters que el nuevo récord de temperatura media diaria parecía haberse establecido el domingo, reemplazando la marca del año pasado.
En 2022, el récord de temperatura se rompió durante cuatro días consecutivos, del 3 al 6 de julio, como resultado de las temperaturas extremas impulsadas por el cambio climático, afectando severamente al hemisferio norte. Este fenómeno refleja la tendencia alarmante de un calentamiento global acelerado, con consecuencias cada vez más palpables y devastadoras.
Desde junio de 2023, cada mes ha sido el más caluroso registrado en comparación con el mismo mes de años anteriores, sumando 13 meses consecutivos de temperaturas récord, según los datos de Copernicus. Este patrón resalta la persistente y creciente amenaza del cambio climático a nivel global.
Algunos científicos han sugerido que 2024 podría superar a 2023 como el año más caluroso desde que se tienen registros, debido a la combinación del cambio climático y el fenómeno meteorológico de El Niño, que finalizó en abril. Este fenómeno natural ha contribuido a elevar aún más las temperaturas este año, agravando la situación climática.
El nuevo récord de calor mundial subraya la urgencia de adoptar medidas más drásticas y efectivas para mitigar el impacto del cambio climático. La comunidad científica y las organizaciones ambientales continúan instando a los gobiernos y a la sociedad en general a tomar acciones inmediatas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover prácticas sostenibles que puedan revertir, o al menos frenar, el avance del calentamiento global.
