La próxima administración de Claudia Sheinbaum tendrá que culminar importantes proyectos y atender pendientes heredados de Andrés Manuel López Obrador, mientras se enfrenta a nuevos retos económicos, de seguridad y relaciones internacionales.
El gobierno de Claudia Sheinbaum, que iniciará en diciembre de este año, tendrá la tarea de dar continuidad a varios proyectos y encargos que deja en marcha el presidente Andrés Manuel López Obrador. Durante su último informe de actividades en el Zócalo de la Ciudad de México, López Obrador expresó su confianza en que Sheinbaum concluirá los pendientes de su administración, calificándola como “una mujer excepcional” que seguirá impulsando la transformación del país.
Entre las responsabilidades más inmediatas del nuevo gobierno está la implementación de recientes cambios constitucionales, como la primera elección de jueces en el país y la incorporación formal de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Estas reformas fueron enviadas por López Obrador y aprobadas tras largas jornadas en el Congreso de la Unión y los legislativos estatales.
Pendientes económicos y sociales
Uno de los retos más significativos para Sheinbaum será la administración del Paquete Económico 2025, que deberá sostener los programas sociales insignia de la 4T, como las pensiones para adultos mayores y las becas para estudiantes, al mismo tiempo que financia las megaobras pendientes y los encargos que López Obrador no alcanzó a completar.
Parte del llamado “Plan C” incluye la eliminación y liquidación de organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y los órganos reguladores en materia de competencia, energía y telecomunicaciones, entre ellos la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
En cuanto a los compromisos de López Obrador, el mandatario reconoció que de los 100 que prometió al inicio de su gestión, no logró cumplir dos: la descentralización del gobierno federal y la resolución del caso Ayotzinapa. Este último tema, que comenzó con una relación cercana entre el gobierno y los padres de los 43 normalistas desaparecidos, terminó en distanciamiento, dejando en manos de Sheinbaum la responsabilidad de continuar con la búsqueda de justicia.
Megaobras que deberán concluirse
Sheinbaum también tendrá que finalizar varias de las grandes obras de infraestructura que comenzaron durante el sexenio de López Obrador. Entre ellas se encuentra el polémico Tren Maya, cuyo tramo principal atraviesa los estados de Quintana Roo y Campeche. Sheinbaum planea extender este tren con una línea de carga para impulsar el comercio y desarrollo económico de la región sureste del país.
Asimismo, el Tren Interoceánico, que conectará el Golfo de México con el Pacífico, está aún en construcción y requiere una inversión de 83 mil millones de pesos para completar sus dos líneas principales: una hacia la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y otra hacia la frontera con Guatemala. Este proyecto es clave para fortalecer el comercio y la conectividad en el sur de México.
El Tren Interurbano, que conectará la Ciudad de México con Toluca, es otra obra pendiente. Iniciado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, López Obrador no logró concluirlo y ahora será responsabilidad de Sheinbaum finalizar el último tramo que va desde Santa Fe hasta la estación Observatorio.
Desafíos en salud y seguridad
En su reciente conferencia mañanera del 24 de septiembre, López Obrador admitió que su gobierno encontró mayores dificultades en avanzar en el sector salud. Si bien se lograron importantes mejoras, aún falta garantizar el derecho universal a la salud en todo el país, un reto que Sheinbaum deberá enfrentar. El presidente confió en que su sucesora trabajará para consolidar un sistema de salud accesible y de calidad para todos los mexicanos.
En materia de seguridad, el panorama no es menos complicado. Durante el sexenio de López Obrador, se registraron 198 mil 571 homicidios en todo el país. Estados como Guanajuato y Sinaloa siguen presentando altos niveles de violencia, con frecuentes balaceras y bloqueos, mientras que en Chiapas, grupos criminales han intensificado su presencia en las zonas fronterizas con Guatemala, obligando a algunos habitantes a refugiarse en el país vecino.
Reto económico y relaciones internacionales
Otro desafío que enfrentará el nuevo gobierno es el precio del petróleo. De acuerdo con estimaciones de analistas de CitiBanamex, la mezcla mexicana de petróleo podría tener un precio promedio de 52.2 dólares por barril en 2025, una baja significativa comparada con los 64.4 dólares de este año. Esta caída en los precios afectará los ingresos petroleros del país y complicará los planes de Sheinbaum de reducir el déficit fiscal, que en 2024 alcanzó un 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto en tres décadas.
En cuanto a las relaciones internacionales, las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde Kamala Harris y Donald Trump se perfilan como los principales contendientes, marcarán el inicio de una nueva etapa en la relación bilateral. Los secretarios de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y de Economía, Marcelo Ebrard, serán los encargados de renegociar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), una de las prioridades para el próximo sexenio, dado que Estados Unidos es el principal socio comercial de México.