Las fuertes lluvias en el este y sureste de España dejan muerte y destrucción; autoridades y cuerpos de emergencia continúan la búsqueda de desaparecidos mientras se teme que la cifra de víctimas aumente.
La provincia de Valencia ha sido duramente golpeada por un trágico episodio de lluvias torrenciales que han dejado un saldo preliminar de al menos 62 personas fallecidas, según el Centro de Coordinación Operativa Integrado del Ministerio del Interior. Este organismo, que centraliza la información de diversos cuerpos de seguridad y servicios de emergencia, advierte que la cifra aún podría aumentar debido a las numerosas personas que continúan desaparecidas.
El origen de esta catástrofe es un fenómeno meteorológico conocido como DANA, acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos, que forma una bolsa de aire frío con circulación cerrada, propiciando intensas tormentas en ciertas regiones. De acuerdo con la doctora Mar Gómez, experta en ciencias físicas, el impacto de la DANA es especialmente peligroso en la zona mediterránea durante el final del verano y el inicio del otoño, cuando las aguas cálidas del mar intensifican el desarrollo de nubes y aumentan el riesgo de lluvias torrenciales y, consecuentemente, de inundaciones graves.
En la ciudad de Valencia, los daños han sido significativos: alrededor de 155 mil personas sufren cortes de electricidad, y numerosas carreteras en el este y sureste del país han sido bloqueadas, dificultando los esfuerzos de rescate y recuperación. El Instituto de Medicina Legal de Valencia ha movilizado a nueve equipos forenses para realizar el levantamiento de los cuerpos, mientras se continúa con la evaluación del alcance de la tragedia.
A las víctimas en Valencia se suman otros fallecimientos trágicos. En la localidad de Mira, Cuenca, una mujer de 88 años perdió la vida debido a las inundaciones, mientras que en Letur, Albacete, una persona ha muerto y cinco personas se encuentran desaparecidas.
Frente a la posibilidad de hallar más cuerpos conforme se retira el barro y se despejan las áreas afectadas, el Ministerio de Defensa ha ofrecido morgues portátiles en Valencia, anticipándose a un aumento en la cifra de fallecidos. La situación en algunas áreas de la ciudad es crítica, con decenas de personas que han pasado la noche sobre camiones, coches, o los techos de tiendas y gasolineras, buscando refugio de la implacable subida de agua.
Los trabajos de rescate y apoyo a las víctimas continuarán a medida que las autoridades se movilizan para enfrentar los efectos de uno de los fenómenos naturales más destructivos de los últimos tiempos en el país.
