Organizaciones advierten sobre un incremento significativo en la migración hacia el estado, enfrentando problemas de discriminación y precariedad laboral.
Cancún, Quintana Roo.— En los próximos días se espera un aumento de hasta un 30 por ciento en la llegada de migrantes a Quintana Roo, muchos de ellos pertenecientes a comunidades indígenas. Esta población enfrenta serios problemas de discriminación, agravados por las limitaciones educativas y la dificultad para acceder a empleos dignos, según organizaciones civiles y datos oficiales.
El Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas del Estado (Inmaya) señala que al menos siete de cada diez indígenas en el estado han sido víctimas de discriminación debido a su origen étnico. Pablo Martínez Flores, director del Centro de Atención al Migrante en Cancún, explicó que, a pesar de los esfuerzos realizados para sensibilizar a la sociedad sobre la igualdad de derechos, persisten conductas discriminatorias hacia las comunidades indígenas en la región.
“Se han documentado casos donde se niega la admisión de menores en escuelas o se rechaza a adultos para trabajos debido a sus rasgos o vestimenta, evidenciando la exclusión hacia esta población”, comentó Martínez Flores. Esta marginación, añadió, tiene raíces históricas y afecta ámbitos fundamentales como la salud, la educación, la justicia y el empleo.
El norte de Quintana Roo, especialmente Cancún, se ha convertido en uno de los principales destinos para personas migrantes provenientes de comunidades rurales del estado y de otras entidades como Chiapas, Oaxaca y Veracruz. Según Martínez Flores, la falta de oportunidades en sus lugares de origen, sumada a situaciones difíciles, obliga a estas personas a buscar mejores condiciones en la ciudad, aunque muchas veces se encuentran con hostilidad y exclusión.
Para hacer frente a estas problemáticas, el Centro de Atención al Migrante ha establecido alianzas con organismos como la Comisión de Derechos Humanos, con el objetivo de canalizar y atender las denuncias de violaciones a sus derechos. Desde hace 18 años, esta organización brinda apoyo a migrantes indígenas, principalmente de origen maya, que llegan a Cancún y sus alrededores.
Por su parte, Marta Martínez Franco, presidenta del Centro de Apoyo al Indígena Migrante en Quintana Roo, destacó otro problema significativo: muchos migrantes ocultan su verdadera nacionalidad por temor a ser deportados. “Algunos se identifican como procedentes de Chiapas, pero en realidad son de Guatemala o Honduras. Este miedo los lleva a aceptar trabajos mal remunerados y en condiciones adversas”, explicó.
Para contrarrestar estas dificultades, la asociación ofrece programas educativos gratuitos, permitiendo a los migrantes completar sus estudios de primaria y secundaria, e incluso continuar hasta niveles superiores. Según Martínez Franco, más de 1,300 migrantes se han beneficiado de estos programas. De ellos, 800 han obtenido certificados de educación básica y 300 han completado el nivel medio superior.
“Hemos visto historias de personas que comenzaron desde cero y lograron obtener una licenciatura, incluso siendo mayores de 30 o 40 años”, comentó. Estas iniciativas buscan no solo mejorar las condiciones de vida de los migrantes, sino también combatir los estigmas y prejuicios que perpetúan su exclusión en la sociedad.
En un contexto donde la discriminación y las barreras económicas siguen siendo desafíos persistentes, estas acciones representan un paso importante hacia la integración y el reconocimiento de los derechos de los migrantes indígenas en Quintana Roo. Sin embargo, el camino hacia una verdadera igualdad aún parece lejano para muchos.