El gobierno de Donald Trump amplía las sanciones a los grupos criminales que operan en México, generando preocupación por las posibles implicaciones militares.
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, oficializó la inclusión de seis cárteles mexicanos en la lista de organizaciones terroristas, una medida que entra en vigor inmediatamente tras su publicación en el Registro Federal. Los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), Unidos, del Noreste, del Golfo, La Nueva Familia Michoacana, el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha son ahora considerados como amenazas terroristas.
Este cambio legislativo amplía las facultades de Estados Unidos para imponer sanciones económicas a los líderes y cómplices de los cárteles, con el argumento de que estos grupos ponen en riesgo la seguridad del país. Aunque las sanciones contra el narcotráfico no son nuevas, la novedad radica en que ahora se contempla la posibilidad de realizar acciones militares y policiales que pudieran violar la soberanía de México, lo que ha generado inquietud entre especialistas y funcionarios.
La medida ha suscitado controversia, ya que podría implicar consecuencias legales para empresas que, de alguna forma, interactúan con los cárteles. Por ejemplo, una compañía estadounidense podría enfrentar acusaciones de “apoyo material al terrorismo” si sus filiales en México pagan extorsiones a grupos criminales. Esta situación se ve como un riesgo significativo, especialmente considerando las estrechas relaciones comerciales entre ambos países.
Aunque algunos, como el magnate Elon Musk, han especulado sobre la posibilidad de ataques aéreos no tripulados contra los cárteles, los expertos coinciden en que una intervención militar directa es improbable, aunque no se puede descartar completamente debido a la volatilidad de las decisiones de la administración Trump.
El impacto de esta designación podría ser más amplio, ya que implica a algunas de las organizaciones criminales más poderosas y violentas de México, como el Cártel de Sinaloa, conocido por su implicación en el tráfico de fentanilo y otras drogas. Además, otros cárteles como el CJNG y La Nueva Familia Michoacana han aumentado su presencia y actividades en el país, lo que ha incrementado la preocupación tanto en México como en Estados Unidos.