Autoridades revelan la situación del trabajo infantil en Quintana Roo: más de mil menores laboran para apoyar a sus familias
Las autoridades han estimado que alrededor de 1,300 menores en Quintana Roo están trabajando en actividades permitidas, muchos de ellos obligados por la necesidad de contribuir a la economía familiar. Esta cifra tiende a aumentar durante las vacaciones, según comentó Norma Salazar, titular del Sistema de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
Salazar explicó que los menores trabajadores se dividen entre actividades urbanas y rurales. En las zonas urbanas, los niños se dedican a vender golosinas, limpiar parabrisas o realizar malabares en los cruceros. En contraste, en municipios con predominancia de actividades agropecuarias, como Lázaro Cárdenas, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, los menores trabajan en mercados, avenidas y actividades agrícolas.
El trabajo infantil es una problemática compleja que requiere atención interinstitucional, ya que combina factores socioeconómicos con situaciones personales específicas de cada niño. Salazar destacó un caso particular para ilustrar esta complejidad: “Un niño tuvo que salir a trabajar porque su mamá sufrió un accidente. El padre los había abandonado, y el niño dejó la escuela para trabajar y ayudar a su madre, quien estaba postrada y necesitaba cirugía.”
Las autoridades deben conocer el contexto de cada situación para poder actuar adecuadamente y ayudar a los menores a salir de esta problemática. La pandemia de Covid-19 ha exacerbado esta situación a nivel nacional, aumentando el número de niños trabajadores en la calle de aproximadamente 3 millones a más de 5 millones. Quintana Roo no ha sido la excepción.
A pesar de este aumento, Salazar considera que ha habido avances en Quintana Roo, destacando que actualmente no hay niños viviendo en la calle, sino que trabajan y luego regresan a sus hogares. “Eso es una gran ventaja; a nivel país somos de los pocos estados que no tenemos niños viviendo en la calle. Esto nos permite tener muchos avances en todos los aspectos, gracias a la organización interinstitucional que aborda la problemática.”
No obstante, Salazar subrayó que los menores que trabajan en las calles están expuestos a numerosos peligros, incluyendo las inclemencias del clima, el riesgo de ser atropellados, golpeados, vejados y captados por el crimen organizado para la venta de drogas, fines sexuales o trata. Por lo tanto, es crucial disminuir las cifras del trabajo infantil.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizó una medición en 2022 que reveló que al menos 2,182 menores en Quintana Roo estaban laborando en actividades permitidas. Además, más de 17,000 menores trabajaban en actividades no permitidas, de los cuales casi 12,000 lo hacían en ocupaciones peligrosas, y unos 6,000 eran menores de la edad permitida.
La situación del trabajo infantil en Quintana Roo requiere una atención urgente y coordinada para proteger a los menores y garantizar su bienestar. Las autoridades continúan trabajando para reducir estas cifras y asegurar que los niños tengan un futuro más seguro y prometedor.