Por: Jenny Aguilera
La Semana Santa, se conmemora del 24 al 31 de marzo y representa el periodo más significativo para la Iglesia Católica, por lo tanto, la Arquidiócesis Cancún – Chetumal se encuentra inmersa en una serie de actividades que se llevarán a cabo en sus 74 parroquias y más de 500 capillas.
Monseñor Pedro Pablo Elizondo, de la prelatura Cancún-Chetumal, indicó que las actividades arrancaron con la celebración del Domingo de Ramos en donde participaron alrededor de un millón de quintanarroenses y turistas, el Lunes Santo es la conmemoración de la procesión con la cruz.
El obisprelado explicó que el Martes Santo es la misa crismal a las 19:00 horas, el Miércoles Santo es la recepción de óleos y procesión con la Virgen Dolores a las 19:30 horas, el Jueves Santo es la Eucaristía del lavatorio de pies a los apóstoles de 17:00 a las 19:00 horas todo en la Catedral de Cancún.
Viernes Santo: Vía Crucis y Marcha del Silencio
El Viernes Santo estará marcado por los Vía Crucis vivientes, con representaciones y celebraciones en cada iglesia, entre los más emblemáticos se encuentran los del Parque de las Palapas y la playa Delfines. Además, la Marcha del Silencio a las 21:30 horas la cual sale de la Catedral de Cancún
Sábado de Gloria: Misa del Fuego Nuevo
La Misa del Fuego Nuevo, que se celebra en la Catedral de Cancún a las 23:15 horas, siendo el evento más importante del Sábado de Gloria, ya que la ceremonia conmemora el paso de Jesucristo entre la muerte y la resurrección, simbolizada por el encendido de cirios pascuales que representan el cuerpo de Cristo.
Domingo de Resurrección: Alegría y Renovación
El Domingo de Resurrección 31 de marzo, es el día culminante de la Semana Santa, donde se celebra la resurrección de Jesucristo, Monseñor Elizondo destacó la importancia de este día como una jornada de alegría y festejo y en la iglesia de la zona hotelera, se llevará a cabo una misa especial a las 13:30 horas, donde se dará la bienvenida a los jóvenes que regresan de sus misiones.
Monseñor Elizondo enfatizó que la Semana Santa es un periodo de reflexión, celebración y renovación espiritual para la comunidad católica, por lo que invitó a cada cristiano a prepararse internamente para experimentar su propia liberación y celebrar la victoria sobre el pecado.
