Cancún vive momentos de tensión social. Violencia en Cancún con protestas ciudadanas en marcha es ya una realidad visible en distintos puntos de la ciudad. Desde enfrentamientos por el transporte hasta exigencias por justicia, la ciudadanía se ha movilizado para exigir respuestas ante una creciente ola de inseguridad, abuso de poder y desatención institucional.

Ciudadanía responde ante feminicidios y violencia de género
Uno de los principales detonantes de la violencia en Cancún con protestas ciudadanas en marcha ha sido la falta de respuestas ante casos de violencia de género y feminicidios. Organizaciones y colectivos feministas han tomado las calles, especialmente en fechas como el 8 de marzo, para hacer visibles sus reclamos y exigir políticas públicas más efectivas.
El gobierno local activó el Sistema PASEV 2024-2027 para atender esta problemática, aunque para muchas víctimas y familiares las acciones siguen siendo insuficientes.
Transporte público bajo fuego: Uber vs. taxistas
Las tensiones entre taxistas y choferes de plataformas como Uber han derivado en fuertes enfrentamientos que evidencian la falta de regulación clara en el transporte público. En respuesta, la población ha organizado campañas como “Un día sin taxi” para boicotear a los gremios tradicionales y exigir un servicio más seguro y justo.
Esta confrontación no solo genera protestas en Cancún, sino también riesgos para turistas y locales, afectando gravemente la imagen del destino.

Corrupción judicial y abandono en cárceles también en la mira
La corrupción en el sistema judicial ha motivado marchas y bloqueos de calles por parte de ciudadanos y víctimas de violencia en Cancún. Casos de violencia vicaria y resoluciones judiciales injustas han provocado el hartazgo de padres y madres que no encuentran justicia.
A esto se suma el maltrato en centros penitenciarios, donde familiares de reclusos han protestado por la falta de condiciones básicas y precios abusivos. El caso del CERESO de Cancún ha sido especialmente escandaloso por las denuncias de extorsión interna.