La fuente QR informa que diversos fraccionamientos y regiones de la ciudad figuran entre las peores zonas para vivir por inseguridad en Cancún, de acuerdo con reportes vecinales y datos sobre criminalidad. Estas áreas, lejos de ofrecer tranquilidad, concentran incidentes constantes como robos, narcomenudeo y violencia, afectando seriamente la calidad de vida de quienes allí residen.

Villas Otoch y regiones con alta incidencia delictiva
El fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, junto con las regiones 249 y 251, lidera la lista de las peores zonas para vivir por inseguridad en Cancún. En estas zonas se reportan con frecuencia delitos como asaltos, venta de estupefacientes y homicidios. Por esta razón, autoridades han intensificado los operativos de vigilancia y presencia policial. Aunque se han implementado patrullajes y acciones del C5, la percepción de peligro persiste.
Zonas marginadas con alta criminalidad
Otros sectores como Tres Reyes, Santa Cecilia y Valle Verde también presentan condiciones adversas. Estas áreas se caracterizan por infraestructura limitada y la presencia de asentamientos irregulares. La mayoría de los delitos reportados en estas colonias son robos a transeúntes y a casa habitación. Estos focos rojos también se identifican dentro del listado de Zonas peligrosas de Cancún, una frase que los propios habitantes usan para referirse a sus comunidades.
Impacto económico y social en la vivienda
En lugares como Alfredo V. Bonfil, Santa Cecilia, Tres Reyes y Valle Verde, el valor de los inmuebles ha caído hasta un 10 %. El miedo y la inseguridad llevan a muchos propietarios a vender por debajo de su costo real. Estas zonas también figuran como parte de las Colonias con más delitos en Cancún, generando incertidumbre entre inversionistas y nuevos residentes.
Medidas de prevención que comienzan a dar frutos
A pesar del panorama, algunas estrategias de seguridad empiezan a mostrar resultados. En Villas Otoch Paraíso, por ejemplo, la incidencia de delitos ha bajado a dos eventos mensuales gracias a rondines, vigilancia del C5 y comités vecinales. Estas acciones, aunque aún insuficientes, permiten vislumbrar una ligera mejora en zonas altamente conflictivas.