Este jueves se cumple una semana desde que estalló el conflicto entre Israel e Irán, tras el ataque israelí a una planta de uranio en territorio iraní. La acción desencadenó una cadena de represalias con misiles, drones y bombardeos que han dejado cientos de muertos y un clima de tensión en Medio Oriente.
Ataque a instalaciones nucleares desató el caos
El 13 de junio, Israel lanzó una ofensiva militar contra bases nucleares iraníes, operación que bautizó como “León Ascendiente”. Durante el ataque murieron científicos, mandos militares y, según la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hossein Salamí. En respuesta, Irán lanzó oleadas de misiles hacia territorio israelí.
Víctimas y daños en ambos países
Desde el inicio del conflicto entre Israel e Irán, se reportan al menos 224 muertos en Irán y 24 en Israel. Más de 5 mil personas han sido evacuadas por los ataques con misiles, y se registran más de 1,800 daños a edificios y vehículos. Uno de los momentos más críticos fue el bombardeo al hospital Soroka, que dejó 71 heridos y fue calificado por Israel como un crimen de guerra.
Reacción internacional y postura de Estados Unidos
Mientras el mundo observa con preocupación, países como México, China, Brasil y Estados Unidos han comenzado a evacuar a su personal diplomático. El presidente Donald Trump ha endurecido su retórica contra el régimen iraní, afirmando que “sabemos dónde se esconde el líder supremo”, aunque ha evitado declarar una intervención directa por el momento.
Irán abre la puerta al diálogo
Pese a los ataques, el gobierno iraní ha mostrado disposición a negociar. El ministro de Exteriores, Abás Araqchí, viajará a Ginebra para reunirse con representantes del Reino Unido, Francia, Alemania y la Unión Europea. El objetivo es discutir la situación nuclear y buscar una salida diplomática a este nuevo capítulo de violencia.
Perspectivas: ¿podría extenderse el conflicto?
Expertos internacionales advierten que si no se contiene pronto, el conflicto podría escalar a nivel regional. Israel ha intensificado su ofensiva, mientras Irán mantiene su amenaza activa, en medio de censura informativa, cortes de internet y una creciente presión internacional por una tregua inmediata.