El 21 de mayo de 2025, La fuente QR documentó que 14 mil bebés podrían morir en la guerra en Gaza por falta de ayuda, según alertó Tom Fletcher, jefe humanitario de la ONU. La advertencia se basa en una proyección alarmante: si no se permite el ingreso inmediato de asistencia médica y alimentaria, miles de vidas infantiles estarían en peligro en las próximas 48 horas.
Aunque la cifra fue luego aclarada como una estimación de tendencias de salud pública, el escenario refleja la profundidad de la crisis. En la región, los hospitales apenas funcionan, los alimentos son escasos y los suministros médicos están prácticamente agotados.

Gaza: una emergencia sin precedentes
La guerra en Gaza ha sido catalogada por organismos internacionales como una catástrofe humanitaria. El bloqueo de más de 11 semanas impide que la ayuda fluya con la urgencia requerida. Aunque han entrado aproximadamente 100 camiones con suministros, esta cantidad representa apenas el 20% de lo que se necesitaba antes del conflicto.
Miles de familias viven entre escombros, sin acceso a servicios básicos. La falta de agua potable, electricidad y atención médica ha provocado la proliferación de enfermedades, especialmente entre los más vulnerables.
¿Por qué 14 mil bebés podrían morir en Gaza?
La advertencia de que 14 mil bebés podrían morir en Gaza por falta de ayuda generó conmoción mundial. Tom Fletcher explicó que esta proyección parte de las tasas actuales de mortalidad infantil, combinadas con el colapso del sistema de salud y la escasez de alimentos.
Si la ayuda humanitaria no entra sin restricciones, los recién nacidos y lactantes corren mayor riesgo, ya que no cuentan con acceso a leche, vacunas ni tratamientos básicos. La situación médica se ha agravado por la imposibilidad de evacuar a los casos más graves.
Bebés en Gaza: las víctimas invisibles del conflicto
Las consecuencias de esta crisis se ensañan especialmente con los menores. Bebés en Gaza han muerto en incubadoras apagadas por falta de electricidad, otros han nacido en condiciones insalubres, sin la atención mínima necesaria para sobrevivir. La ONU y varias ONGs han documentado cientos de estos casos en las últimas semanas.
El silencio internacional ante esta realidad ha sido duramente criticado por organismos de derechos humanos, quienes exigen una acción inmediata y coordinada para salvar a los más pequeños.
¿Qué puede hacer la comunidad internacional?
La presión internacional sigue aumentando. La ONU, la Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras han llamado a establecer un corredor humanitario permanente. La comunidad internacional, mientras tanto, debate sanciones y medidas diplomáticas que aceleren la ayuda.
Aunque algunas naciones han ofrecido donaciones, los obstáculos logísticos impiden su ingreso. Si no se actúa ya, 14 mil bebés podrían morir en Gaza por falta de ayuda, repitiendo un patrón de tragedias evitables en zonas de guerra.