La fuente QR – La inauguración del complejo representa un momento clave en la estrategia de Corea del Norte para diversificar sus fuentes de ingresos. Kim Jong-un inaugura macrocomplejo turístico con hoteles submarinos, parques acuáticos y zonas comerciales que rivalizan con los de cualquier destino internacional. El gobierno pretende mostrar estabilidad y sofisticación, pese a las sanciones internacionales.
El proyecto Wonsan-Kalma se ha posicionado como un símbolo del poder y ambición del régimen. Este tipo de iniciativas intentan ofrecer una imagen más amable y moderna del país, mientras se mantienen las restricciones ideológicas y de acceso habituales.
Detalles del macrocomplejo turístico Wonsan-Kalma
El macrocomplejo turístico Wonsan-Kalma cubre aproximadamente 4 km de costa y está diseñado para alojar hasta 20 000 personas por año. Entre sus instalaciones se destacan hoteles con vista al mar, un jardín botánico y un aeropuerto cercano que facilitará la llegada de turistas, principalmente desde Rusia.
Con el paso del tiempo, se espera que este proyecto también sirva como centro de conferencias y escaparate diplomático. Su diseño y construcción han sido impulsados directamente por el gobierno de Kim Jong-un, quien supervisó cada fase para garantizar su monumentalidad.
¿Kim Jong-un abre resort frente al mar solo para aliados?
Por ahora, Kim Jong-un abre resort frente al mar para visitantes rusos y posiblemente otras naciones aliadas, mientras se limita el acceso a ciudadanos occidentales. Esta medida responde a las sanciones impuestas por organismos internacionales y la necesidad del régimen de mantener un control férreo sobre las actividades dentro del país.
A pesar de las impresionantes instalaciones, expertos señalan que el éxito del complejo dependerá de que el país se abra realmente al turismo internacional y facilite las condiciones mínimas para atraer visitantes ajenos al bloque aliado.
Obstáculos y oportunidades para el turismo norcoreano
Aunque el proyecto luce ambicioso, enfrenta varios desafíos: falta de experiencia en hospitalidad, estricta vigilancia estatal y baja confianza de los mercados turísticos globales. Además, muchas agencias de viaje no consideran Corea del Norte como un destino viable.
Sin embargo, el complejo podría convertirse en una puerta de entrada diplomática si el régimen decide flexibilizar sus políticas. El macrocomplejo turístico Wonsan-Kalma puede representar un cambio simbólico en la estrategia económica del país.