Tras una tensa jornada diplomática, se anunció una pausa aranceles a México que evitará la entrada en vigor de un incremento del 30 por ciento en impuestos a exportaciones mexicanas. Este acuerdo, logrado tras una llamada telefónica entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el mandatario estadounidense Donald Trump, otorga un plazo de 90 días para lograr un acuerdo comercial más amplio.
¿En qué consiste la pausa aranceles a México?
El presidente Donald Trump anunció la suspensión temporal de los aranceles a productos mexicanos, originalmente programados para iniciar el 1 de agosto. A cambio, México accedió a continuar pagando aranceles específicos:
- 25% al tráfico de fentanilo
- 25% a los automóviles
- 50% al acero, aluminio y cobre
Además, Trump aseguró que México eliminará las barreras comerciales no arancelarias, allanando el camino hacia un acuerdo más amplio durante los próximos tres meses. La pausa aranceles a México se convierte así en un punto de partida clave para redefinir la relación comercial bilateral.
Una llamada que evitó una crisis económica
La presidenta Claudia Sheinbaum informó, a través de sus redes sociales, que la llamada con Trump fue “muy buena”, destacando que el diálogo evitó una crisis comercial inminente. En la conversación también participaron funcionarios de alto nivel de ambos países, incluyendo:
- Juan Ramón De la Fuente (Relaciones Exteriores)
- Marcelo Ebrard (Economía)
- Roberto Velasco (América del Norte)
Trump, por su parte, reconoció públicamente que la relación con Sheinbaum está mejorando y que ambos mandatarios se están entendiendo cada vez más.
Fentanilo, migración y presión política
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero marcó el reinicio de una política comercial más agresiva. La pausa aranceles a México fue antecedida por amenazas concretas:
- Combatir la migración irregular
- Frenar el tráfico de fentanilo
- Imponer aranceles como método de presión
En este contexto, Trump afirmó que hablarán con México durante los próximos 90 días con el objetivo de firmar un acuerdo formal antes del fin de ese plazo. La tregua, aunque temporal, sienta las bases para un entendimiento más duradero entre ambas naciones.
Negociación, presión y retos bilaterales
Este periodo de gracia representa tanto una oportunidad como un reto para México. En estos 90 días, se deberán definir los nuevos términos del comercio bilateral. La suspensión del incremento arancelario brinda oxígeno a las exportaciones mexicanas, pero también impone obligaciones. Entre ellas:
- Fortalecer la seguridad fronteriza
- Ampliar la cooperación contra el tráfico de drogas
- Alinear políticas de comercio y migración
El éxito del nuevo acuerdo dependerá del equilibrio entre intereses políticos, económicos y humanitarios de ambos países.