El lunes 16 de junio de 2025, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México vivió una jornada complicada. La fuente QR informa que una fuerte tormenta desató goteras en el AICM, afectando principalmente a la Terminal 2, donde el agua se filtró por techos y paredes, sorprendiendo a cientos de pasajeros que aguardaban su vuelo.
Las imágenes compartidas por usuarios en redes sociales mostraron pasillos inundados, charcos en salas de espera y zonas con cubetas improvisadas, tratando de contener las filtraciones. Esta situación no solo generó incomodidad, sino también preocupación por la falta de mantenimiento en una infraestructura tan relevante como la del principal aeropuerto del país.

¿Qué provocó las goteras en el AICM?
El origen del problema parece estar en el desgaste de la estructura, sumado a un sistema de drenaje ineficiente. Especialistas han señalado que, pese a las alertas previas sobre el estado del techo, las autoridades no han tomado las acciones necesarias para una remodelación integral.
La acumulación de agua en distintas zonas de la Terminal 2 del AICM puso en evidencia que las lluvias intensas superaron la capacidad de respuesta del aeropuerto. Aunque no hubo personas lesionadas ni afectaciones mayores en vuelos, el incidente se viralizó rápidamente por la gravedad de las filtraciones.
Reacciones de los pasajeros ante la emergencia
Los pasajeros expresaron su descontento en redes sociales, compartiendo videos de cómo el agua caía directamente sobre áreas de tránsito, comercios y salas de abordaje. Algunos mencionaron que incluso parte de su equipaje resultó mojado.
Una pasajera escribió en su cuenta de X (antes Twitter): “Ni en la lluvia más fuerte esperas que se inunde la Terminal 2 del AICM. ¡Qué vergüenza!” Este tipo de comentarios refleja el malestar generalizado y la urgencia de tomar medidas correctivas.
¿Qué sigue para el AICM tras las filtraciones?
Las autoridades aeroportuarias indicaron que se realizarán revisiones técnicas para evaluar el estado de la infraestructura. Sin embargo, aún no se ha anunciado un plan concreto de reparación. Este hecho refuerza la necesidad de inversiones en mantenimiento preventivo, especialmente ante un clima que cada vez presenta fenómenos más extremos.
Además, se ha planteado la posibilidad de una reestructuración en el sistema de drenaje y techado, luego de esta nueva evidencia de fallas estructurales. En contextos anteriores, ya se habían registrado problemas similares, lo que hace urgente una solución definitiva.