La presidenta de México ironiza sobre la propuesta del próximo mandatario estadounidense de renombrar el Golfo de México.
En una respuesta cargada de referencias históricas y tono irónico, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó a la propuesta de Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, quien anunció su intención de cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum no solo defendió la legitimidad histórica y cultural del nombre actual del golfo, sino que también propuso un contrapeso simbólico: considerar parte del territorio estadounidense como “América Mexicana”, recordando su uso en épocas pasadas.
Frente a un mapa que mostraba los territorios que alguna vez fueron parte de México antes de su anexión por Estados Unidos, Sheinbaum subrayó que el término “América Mexicana” se utilizaba hace más de cuatro siglos para designar amplias regiones del continente.
“¿Por qué no le llamamos América Mexicana a parte de Estados Unidos? Se oye bonito, ¿no? Además, el Golfo de México lleva ese nombre desde 1607 y está reconocido internacionalmente. No es algo que pueda cambiarse de manera arbitraria”, declaró la mandataria.
Sheinbaum destacó que el nombre del Golfo de México cuenta con un respaldo oficial por parte de organismos internacionales, lo que refuerza su estatus como una denominación legítima e inalterable.
“Desde hace más de 400 años, el Golfo de México es identificado así por la comunidad internacional. Este nombre no solo tiene una carga histórica, sino que también es un referente cultural y geográfico reconocido a nivel global”, puntualizó.
La mandataria utilizó el mapa para recordar a la audiencia los vastos territorios que México perdió en el siglo XIX y cómo estos formaron parte de su historia y cultura. Este gesto buscó enfatizar la conexión de México con sus raíces y fortalecer su posición frente a las declaraciones de Trump.
“Es importante recordar nuestra historia y el legado que tenemos como nación. América Mexicana fue un término que nos representaba en el pasado, y aún resuena como un recordatorio de nuestras raíces”, afirmó Sheinbaum.
Las declaraciones del próximo presidente estadounidense han sido vistas como un intento por fortalecer su narrativa nacionalista, con proyectos que incluyen el cambio de nombres históricos y nuevas iniciativas de explotación petrolera en la región.
Ante estas iniciativas, Sheinbaum dejó claro que México no permitirá que su historia y cultura sean modificadas por presiones externas, reiterando el compromiso del país con la defensa de su soberanía y patrimonio.
“México tiene una identidad sólida, y esa identidad se refleja en nombres que son parte de nuestra esencia. No se trata solo de palabras, sino de lo que representan para nuestro pueblo”, concluyó.
La propuesta de Trump y la respuesta de Sheinbaum han avivado el debate entre ambos países, poniendo en la mesa temas históricos que todavía resuenan en la relación bilateral.
