La natalidad se desploma en México y las cifras confirman que el país atraviesa un cambio demográfico sin precedentes. Las generaciones jóvenes han postergado —o incluso renunciado— al proyecto de tener hijos, lo que representa un reto estructural para el futuro económico y social del país.
Caída histórica en nacimientos entre jóvenes
La tendencia en los últimos 20 años es clara: cada vez nacen menos niños en México. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre el año 2000 y 2023 los embarazos en menores de 30 años cayeron más de 40%, muy por encima del promedio nacional del 26%.
Desglose por rangos de edad
- Mujeres de 15 a 19 años: descenso del 45%
- Mujeres de 20 a 24 años: caída del 43.6%
- Mujeres de 25 a 29 años: reducción del 37.9%
Este fenómeno no es solo numérico, sino también cultural y estructural. En esta nueva etapa, estudiar, trabajar, viajar y desarrollarse profesionalmente se antepone a la maternidad.
El impacto de la “infertilidad estructural”
La investigadora Itzel Sosa, de la UNAM, explica que la baja natalidad no es solo una decisión individual, sino el resultado de una serie de factores que han desincentivado la reproducción:
- Inestabilidad económica
- Crisis climática
- Conflictos geopolíticos
- Costos de vida
- Falta de políticas públicas efectivas
“Hay una visión apocalíptica del futuro. Las nuevas generaciones no tienen condiciones para traer hijos al mundo”, afirma la experta.
En este contexto, natalidad se desploma en México por segunda vez en menos de tres décadas.
La maternidad ya no es prioridad
Muchas mujeres mexicanas ya no ven la maternidad como el centro de sus vidas. Incluso aquellas que ya tienen un hijo, como Cassandra, de 30 años, expresan su decisión de no repetir la experiencia:
“Es una responsabilidad inmensa. Vivimos tiempos inciertos, caros y muy difíciles”, dijo.
Por otro lado, hombres como Arturo, de 31 años, también confiesan que la falta de recursos y estabilidad les impide pensar en formar una familia.
¿Qué significa esto para México?
Una tasa de fecundidad de 1.6 hijos por madre, por debajo del mínimo de 2.1 recomendado por la ONU para mantener el reemplazo generacional, amenaza con desencadenar:
- Envejecimiento acelerado de la población
- Mayor carga sobre el sistema de salud y pensiones
- Menor fuerza laboral activa
- Estancamiento económico a mediano y largo plazo
La natalidad se desploma en México y sus consecuencias ya no son un pronóstico: están comenzando a sentirse.
Estrategias pasadas, impacto presente
Las campañas de salud reproductiva iniciadas en los años 60 y el acceso extendido a métodos anticonceptivos marcaron un antes y después en los patrones de fecundidad en México. Aquellos esfuerzos rindieron frutos, pero también prepararon el terreno para el descenso actual.
La natalidad se desploma en México como resultado de una transformación profunda en valores, prioridades y condiciones estructurales. El país deberá adaptarse y anticiparse a los desafíos que conlleva esta nueva realidad demográfica.