La fuente QR informa que un impactante accidente ocurrió el 16 de julio de 2025 en Long Island, Nueva York, cuando muere hombre al ser succionado por resonancia dentro de un centro médico privado. La víctima, Keith McAllister, de 61 años, ingresó a la sala de resonancia con una cadena metálica de entrenamiento alrededor del cuello, la cual fue atraída violentamente por el campo magnético de la máquina.
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Este tipo de equipo, utilizado para diagnósticos por imagen, puede generar una atracción feroz sobre cualquier objeto metálico. McAllister fue arrastrado con tal fuerza que sufrió múltiples infartos. Aunque fue trasladado con vida al hospital, murió al día siguiente.
¿Cómo ocurrió el accidente en Nassau Open MRI?
Según el reporte, el hombre acompañaba a su esposa, quien se sometía a una resonancia en el centro Nassau Open MRI, ubicado en Westbury. Mientras esperaba, solicitó ingresar para asistirla. El técnico le permitió entrar, a pesar de que portaba una cadena de casi 9 kilogramos. Esta falta de control fue fatal.
Se estima que McAllister estuvo casi una hora conectado a la máquina antes de que los equipos lograran desactivarla. El hombre al ser succionado por resonancia ha desatado indignación pública y un debate sobre las fallas en los protocolos de seguridad en clínicas privadas.
Las MRI y los riesgos ocultos
Las máquinas de resonancia magnética utilizan campos magnéticos potentes que pueden convertir cualquier objeto ferromagnético en un proyectil mortal. En este caso, el hombre muere en resonancia magnética por una cadena que, según su familia, había sido advertida en visitas anteriores.
Especialistas recuerdan que no solo se deben evitar joyas o relojes, sino incluso tornillos o grapas quirúrgicas. El caso de Keith evidencia que los errores humanos y la falta de cumplimiento en protocolos pueden tener consecuencias irreversibles.
Investigación por posible negligencia médica
La Policía del Condado de Nassau y el Departamento de Salud del estado han abierto investigaciones por posible negligencia médica. Se evalúa si hubo violaciones a los lineamientos del uso de equipos MRI y si el personal actuó conforme a las normas de seguridad establecidas.
El caso ha resonado en medios y redes, dado que el paciente fue literalmente succionado por máquina de resonancia magnética, un evento que los expertos catalogan como prevenible. Mientras tanto, la familia ha iniciado acciones legales para exigir justicia y asegurar que se refuercen los protocolos médicos.