El petróleo se está viendo afectado por las políticas del presidente, enfocadas en aumentar la producción nacional y presionar a la OPEP para reducir precios, generan incertidumbre en el mercado global.
Los precios del petróleo subían, pero seguían en camino de cerrar la semana a la baja después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó un plan radical para aumentar la producción estadunidense y exigió a la OPEP que baje los precios del petróleo.
Los futuros del Brent ganaban 32 centavos, o 0.4 por ciento, a 78.61 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) mejoraba 31 centavos, o 0.4 por ciento, a 74.93 dólares. En lo que va de semana, el Brent ha perdido casi un 3 por ciento y el WTI, cerca de 4 por ciento.
“Tras una semana de Trump en el cargo, los diversos decretos adoptados no están siendo perturbadores para los suministros petroleros. La mayor parte ha tenido un enfoque doméstico hacia adentro”, dijo Harry Tchilinguiran, de Onyx Capital Group. “Estábamos buscando pronunciamientos en torno a los aranceles, en torno a Irán, Venezuela y Rusia”.
Antes de la toma de posesión, el mercado había acumulado una posición larga neta en los futuros del crudo para cubrirse en caso de que los precios subieran por las disrupciones, y esto ahora ha comenzado a deshacerse, agregó Tchilinguiran.
Durante un discurso por videoconferencia el jueves en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), Trump dijo que exigirá a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y a su líder de facto, Arabia Saudita, que baje el precio del crudo.
También indicó que pedirá a Riad que aumente el paquete de inversiones de Estados Unidos a 1 billón de dólares, frente a los 600 mil millones de dólares previamente informados por la agencia de noticias estatal saudí.
Trump declaró una emergencia energética nacional el lunes, haciendo retroceder las restricciones ambientales sobre la infraestructura energética como parte de un plan para maximizar la producción nacional de petróleo y gas.
El miércoles prometió golpear a la Unión Europea con aranceles e imponer gravámenes del 25 por ciento a Canadá y México, y dijo que su administración evalúa imponer un arancel punitivo del 10 por ciento a China.