La inflación en Quintana Roo al cierre de marzo de 2025 reportó una baja significativa respecto al inicio del año, noticia que trae un respiro, pero también ciertas advertencias para los consumidores.
¿Cómo ha evolucionado la inflación en Quintana Roo?
De acuerdo con México ¿Cómo Vamos?, la inflación en Quintana Roo disminuyó de 4.5% al inicio de 2025 a 3.8% al cierre de marzo, lo que hizo que el estado pasara del tercer lugar nacional en inflación al lugar 17.
Aunque esta disminución es positiva, los precios en los hogares aún reflejan alzas sensibles debido a que, a nivel nacional, se reportó un ligero aumento.
Productos que siguen encareciéndose en Quintana Roo
A pesar de la baja en la inflación en Quintana Roo, varios productos esenciales siguen mostrando aumentos preocupantes:
Alimentos básicos con precios al alza
Diversos alimentos esenciales en la dieta mexicana presentan incrementos notables:
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Huevo: Aumento anual del 15.23%, aunque bajó (-0.9%) en el último mes.
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Leche: Incremento anual de 5.33% y de 1.2% mensual.
La alimentación de las familias sigue siendo uno de los rubros más sensibles ante la inflación.
Servicios que impactan el bolsillo
Entre los productos y servicios con mayor incidencia al alza se encuentran:
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Carne de res
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Vivienda propia
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Loncherías, fondas, torterías y taquerías
Estos aumentos diarios golpean directamente la economía de los hogares quintanarroenses.
Productos que registraron baja de precios
Aunque muchos precios subieron, también se registraron bajas importantes:
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Gasolina de bajo octanaje
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Cebolla
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Papa
Estas reducciones alivian ligeramente el gasto diario en transporte y alimentación.
Impacto de los energéticos en la inflación de Quintana Roo
En marzo de 2025, los energéticos mostraron un comportamiento variado:
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Electricidad: Variación anual de 4.89%, menor al mes anterior.
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Gasolina Magna: Aumento del 2.99%.
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Gas LP: Incremento del 3.78%.
Estos incrementos, aunque moderados, afectan de forma directa el costo de vida.
¿Qué se espera para los próximos meses?
La dependencia de Quintana Roo de insumos externos y la alta demanda por el turismo pueden mantener presiones sobre algunos precios, especialmente en alimentos y servicios. Aunque la inflación bajó, las familias deben seguir ajustando su presupuesto para enfrentar posibles nuevas alzas.
