Violencia indiscriminada sacude la provincia de Gezira mientras las autoridades condenan los ataques
En un violento episodio, al menos 100 personas perdieron la vida y muchas más resultaron heridas después de un ataque perpetrado por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en un poblado de la provincia de Gezira, en Sudán. Entre las víctimas se cuentan mujeres, niños y personas de la tercera edad, en un acto que ha conmocionado a la comunidad internacional.
El gobernador de la provincia de Darfur, Mini Arko Minawi, denunció los horribles sucesos que ocurrieron en el poblado de Wad al-Noura, donde los residentes fueron víctimas de ataques indiscriminados por parte de las FAR. Estos ataques, que incluyeron el uso de artillería pesada, han dejado a la población local devastada y en estado de shock.
El Comité de Resistencia Madani, un grupo local creado para proteger a los residentes de Wad Madani, la capital de Gezira, informó en redes sociales sobre la brutalidad de los ataques. Acusaron a las FAR de saquear el poblado y desplazar a sus habitantes, incluyendo mujeres y niños, a otras áreas de la región.
Este episodio de violencia se suma a una serie de enfrentamientos que han tenido lugar en Sudán desde abril de 2023, resultando en la muerte de al menos 30 mil personas y obligando a 10 millones a abandonar sus hogares, según datos del Sindicato de Médicos sudanés. Tanto el Ejército como los paramilitares han sido acusados de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad, generando condena internacional y sanciones por parte de varios países.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, expresó su consternación por la masacre en Wad al Nura y exigió que se investiguen y se hagan responsables a los culpables. La UE ha estado monitoreando de cerca la situación de los derechos humanos en Sudán y trabajando para garantizar el acceso humanitario y el cese de hostilidades en la región.
El saldo preliminar de la masacre es de al menos 104 personas muertas y más de 90 heridas, según informes de la agencia de noticias EFE. Sin embargo, las FAR han negado las acusaciones de haber causado un número tan alto de muertes, afirmando que se trató de enfrentamientos con el Ejército sudanés.
A medida que la violencia continúa azotando la región, la comunidad internacional insta a todas las partes involucradas a detener las hostilidades, respetar el derecho internacional y proteger a los civiles inocentes atrapados en medio del conflicto.