Un fiscal de Los Ángeles ha solicitado la liberación de Erik y Lyle Menéndez después de casi 35 años tras las rejas por el asesinato de sus padres, argumentando que han surgido pruebas que respaldan sus alegaciones de abuso sexual durante su infancia por parte de su padre.
Los hermanos Menéndez, ahora de 56 y 53 años, fueron condenados en los años 90 en juicios que atrajeron la atención nacional debido a su origen privilegiado como hijos de un alto ejecutivo de la industria musical. El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascon, anunció en una rueda de prensa que recomendaría a un juez que las condenas a cadena perpetua de los hermanos fueran reducidas a una pena de 50 años a cadena perpetua, permitiéndoles así solicitar de inmediato la libertad condicional, dado que eran jóvenes en el momento de los crímenes cometidos en 1989.
“Considero que han cumplido su deuda con la sociedad” ,manifestó Gascon, resaltando su comportamiento ejemplar durante su tiempo en prisión. Sin embargo, otros fiscales de su oficina han expresado su oposición a esta solicitud y es probable que argumenten en contra de la liberación en la próxima audiencia.
No se ha determinado aún cuánto tiempo tomará al tribunal pronunciarse sobre esta solicitud. Algunos miembros de la familia Menéndez, incluyendo a la hermana del padre fallecido, han hecho un llamado para que se les permita salir en libertad.
José Menéndez fue asesinado de un disparo en la nuca, mientras que Kitty Menéndez recibió 15 disparos en su hogar en Beverly Hills. Recientemente, un documental de Netflix que dramatiza su historia ha revitalizado el interés en el caso. Desde hace más de un año, los abogados de los hermanos han estado en negociaciones con fiscales para anular la sentencia o buscar un nuevo juicio, citando nueva evidencia que apoya las reclamaciones de abuso.
En su primer juicio, que fue transmitido en televisión y terminó con un jurado dividido en 1994, los hermanos afirmaron haber sufrido abusos sexuales por parte de sus padres durante años y argumentaron que sus acciones fueron en defensa propia, alegando que su padre había amenazado con matarlos si hablaban. La acusación, por su parte, sostenía que buscaban heredar la fortuna de sus padres.
En un segundo juicio, que no fue televisado, un jurado los declaró culpables pero les evitó la pena de muerte, optando por una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Gascon admitió que no hay duda de que los hermanos asesinaron a sus padres, pero señaló que las nuevas pruebas, incluyendo una carta que Erik supuestamente escribió a un primo meses antes de los asesinatos, podrían haber influido en el resultado del juicio si hubieran sido presentadas.
Además, las alegaciones de un exmiembro de la famosa banda Menudo, que afirmó haber sido abusado por José Menéndez, están siendo investigadas. Estas acusaciones fueron reveladas el año pasado en un documental de Peacock titulado “Menéndez + Menudo: Boys Betrayed”.
Gascon también expresó su preocupación por los comentarios de un miembro del equipo de la fiscalía en el pasado que afirmaba que los hombres no podían ser víctimas de violación. “Desde la acusación inicial, nuestra oficina ha adquirido una comprensión más profunda sobre las complejidades relacionadas con la violencia sexual”, declaró en un comunicado.
El fiscal había planeado esperar hasta la audiencia programada para el 26 de noviembre para decidir sobre el caso, pero decidió acelerar la solicitud debido al gran interés público. Asimismo, enfrenta una competencia por la reelección en las próximas elecciones del 5 de noviembre, aunque negó que esto influenciara su decisión, afirmando que ha revisado las sentencias de otros 332 condenados como parte de su política de abordar el “exceso de encarcelamiento”.
