Un monitoreo reciente revela que el costo del kilo de tortilla en la región supera el promedio nacional, con Cancún, Mérida y Campeche entre los puntos más afectados.
De acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el precio de la tortilla en los estados de la Península de Yucatán se encuentra entre los más altos a nivel nacional. En promedio, un kilo cuesta 28 pesos, cinco pesos por encima del promedio nacional, que se ubica en 23 pesos. En algunos casos, como en el centro de Campeche, el precio alcanza los 29 pesos, mientras que en Cancún y Mérida el costo también se mantiene elevado.
En contraste, en otras regiones del país, como Veracruz, el kilo de tortilla se vende a 16 pesos, lo que representa una diferencia de más de 10 pesos respecto a los costos en la Península.
Rubén Montalvo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Producción de la Masa y la Tortilla, cuestionó el enfoque de estas comparaciones, argumentando que no se toman en cuenta factores específicos como el traslado de los insumos hacia ciudades como Cancún. Según explicó, el precio de la tortilla es determinado por el mercado y depende del costo de producción, el cual ha incrementado debido al aumento en los precios de insumos clave como el maíz, la electricidad y las rentas.
“En Cancún, el costo de los trámites necesarios para operar subió un 50% el año pasado, lo que impacta directamente a los pequeños negocios. Además, el precio del maíz subió 600 pesos durante 2024, lo que probablemente generará nuevos incrementos más adelante”, detalló Montalvo.
Desde diciembre, las tortillerías en Cancún comenzaron a ajustar sus precios, pasando de 25 a 28 pesos por kilo. Sin embargo, algunos supermercados ofrecen este producto a precios ligeramente más bajos.
A pesar de que la Península de Yucatán destaca por sus altos costos, Profeco señala que en otras regiones, como Tijuana y Monterrey, el precio de la tortilla ha llegado a 30 pesos por kilo durante los primeros días de enero, posicionándose como los puntos más caros del país.
Este incremento en los precios continúa siendo un desafío para las familias de la región, que deben destinar un porcentaje mayor de su presupuesto para adquirir un producto básico como la tortilla, esencial en la dieta mexicana.