La destitución de Han Duck-soo, presidente interino de Corea del Sur, profundiza la crisis política y la incertidumbre económica en el país. La Asamblea Nacional, controlada por la oposición, aprobó la medida en medio de tensiones relacionadas con la ley marcial y el juicio político del presidente Yoon Suk Yeol.
En un acontecimiento que acentúa la crisis política en Corea del Sur, la Asamblea Nacional votó a favor de destituir al presidente interino, Han Duck-soo, en un proceso que refleja las profundas divisiones entre las fuerzas políticas del país. La decisión, respaldada por 192 votos a favor y ninguno en contra, se da en el marco de una tensa situación provocada por la imposición de ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol y su propio juicio político en curso.
La sesión parlamentaria, liderada por la oposición, se llevó a cabo sin la participación de los legisladores del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), quienes boicotearon la votación. Durante la sesión, los miembros del PPP protestaron vehementemente, reuniéndose alrededor del podio del presidente de la Asamblea, Woo Won Shik, calificando la votación como “inválida” y exigiendo su renuncia. A pesar de las tensiones, no se reportaron incidentes violentos ni heridos.
El debate se centró en el requisito de mayoría para la destitución. Mientras la oposición argumentaba que bastaba con una mayoría simple para remover a Han, los legisladores del PPP insistían en que debía aplicarse el criterio de dos tercios, similar al de un juicio político presidencial. Este vacío legal sobre las normas aplicables a un presidente interino marcó la controversia.
Tras conocer la decisión de la Asamblea, Han calificó la destitución como “lamentable” pero expresó su respeto por el proceso legislativo. En un comunicado, anunció que suspenderá sus funciones de manera inmediata para evitar más incertidumbre. Además, expresó su esperanza de que el Tribunal Constitucional tome una “decisión rápida y sabia” respecto a su caso.
Han había asumido el cargo de presidente interino después de que, hace dos semanas, se aprobara el juicio político contra el presidente Yoon Suk Yeol por la imposición de ley marcial el pasado 3 de diciembre.
Nuevo presidente interino y medidas inmediatas
Con la destitución de Han, el viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumió de manera temporal la presidencia. En sus primeras acciones, Choi instruyó a los militares para reforzar su preparación y evitar posibles malinterpretaciones por parte de Corea del Norte, que pudieran derivar en provocaciones. También ordenó al Ministerio de Exteriores comunicar a aliados como Estados Unidos y Japón que la política exterior surcoreana permanece sin cambios.
Tensiones políticas y lucha por el control del Tribunal Constitucional
El conflicto político subyacente se ha intensificado por las tensiones entre Han y el principal partido de oposición, el Partido Democrático, que buscaba llenar tres vacantes en el Tribunal Constitucional. La composición de la corte es un tema clave, ya que su fallo sobre el juicio político de Yoon requerirá el apoyo de al menos seis de sus magistrados.
Mientras los aliados de Yoon argumentan que Han no debería tener autoridad para nombrar jueces mientras el presidente no haya sido destituido formalmente, la oposición insiste en completar el tribunal para garantizar una decisión justa y representativa.
La destitución de Han Duck-soo, sumada al juicio político contra Yoon Suk Yeol, ha provocado un clima de inestabilidad política y económica en Corea del Sur, afectando su imagen internacional. La incertidumbre sobre el liderazgo del país complica la toma de decisiones clave en materia de seguridad y política exterior, en un momento crítico para la región.
El futuro político de Corea del Sur queda en manos del Tribunal Constitucional, cuyo fallo determinará el desenlace de esta crisis y las posibles repercusiones a largo plazo.