La fiscalía acusa a un empleado de una oficina electoral de Georgia de enviar una carta amenazante simulando ser un votante, lo que agrava las tensiones en el estado antes de las elecciones presidenciales.
En Georgia, Estados Unidos, Nicholas Wimbish, un trabajador electoral de 25 años, fue arrestado el pasado lunes bajo cargos de haber enviado una carta amenazante a empleados de centros de votación. La carta, que pretendía simular la voz de un votante, contenía amenazas explícitas y aumentó las preocupaciones de seguridad en este estado, conocido por su reñida disputa electoral.
Según la acusación de la fiscalía federal, el 16 de octubre, Wimbish tuvo un enfrentamiento verbal con un votante mientras trabajaba en la oficina electoral del condado de Jones, ubicada en Gray, Georgia. Al día siguiente, presuntamente envió una carta al superintendente electoral del condado, escrita de forma que pareciera provenir de ese votante. En ella, se acusaba a Wimbish de ser un “defraudador electoral liberal oculto” que habría estado interfiriendo con los votantes en las filas de espera.
La carta, firmada bajo el seudónimo de “un votante del condado de Jones”, advertía que Wimbish y otros empleados deberían “mirar por encima del hombro” y aseguraba que recibirían “una violenta lección” como represalia por un supuesto fraude electoral. Al final del mensaje, una nota manuscrita decía: “PD: juguete boom en lugar de votación temprana, un cigarro que arde, cuídense”, lo que parecía sugerir una amenaza de bomba.
Los cargos presentados contra Wimbish incluyen envío de amenazas por correo, transmisión de información falsa sobre una amenaza de bomba, y realizar declaraciones falsas al FBI, según los fiscales. Hasta el momento, no se ha podido confirmar la representación legal de Wimbish en este caso.
Georgia es uno de los siete estados clave en la contienda presidencial entre el expresidente republicano Donald Trump y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, y las autoridades están tomando medidas adicionales para garantizar la seguridad de los votantes y el personal electoral. La posibilidad de actos de violencia política ha sido un tema recurrente en esta campaña, lo que añade tensión a las actividades electorales y a las jornadas de votación.