El Consejo General del INE aprobó un presupuesto ajustado de 19 mil 645 millones de pesos, tras el recorte de más de 13 mil millones realizado por la Cámara de Diputados, lo que representa el mayor desafío financiero en la historia del organismo.
En una sesión extraordinaria que se prolongó por más de tres horas, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó su presupuesto para 2025, ajustado a 19 mil 645 millones 790 mil 251 pesos, excluyendo las prerrogativas para partidos políticos. El ajuste se realizó tras el recorte de 13 mil millones de pesos impuesto por la Cámara de Diputados, el mayor en la historia del organismo.
La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, calificó el recorte como “descomunal” y reconoció que el instituto enfrenta un reto significativo para organizar la elección judicial con los 6 mil 219 millones 213 mil 262 pesos destinados específicamente para este propósito. Taddei confió en que una reunión próxima con la presidenta Claudia Sheinbaum permita gestionar una ampliación presupuestal que alivie la situación.
“Estoy segura de que la apertura de comunicación con la presidencia rendirá frutos favorables para garantizar la ampliación presupuestal necesaria. Hemos priorizado lo inevitable y postergado lo que se puede realizar en el segundo semestre del año”, explicó Taddei durante la sesión.
La aprobación del presupuesto generó críticas y análisis sobre las implicaciones del recorte. La consejera Claudia Zavala denunció que el ajuste presupuestal responde a un uso político y afecta la capacidad del INE para garantizar procesos electorales con altos estándares de calidad. Por su parte, el consejero Uuc-kib Espadas subrayó la magnitud del recorte comparándolo con la disminución de 130 millones al Senado, que provocó tensiones entre los líderes del Poder Legislativo. “El recorte al INE es 100 veces mayor al que sufrió el Senado”, enfatizó.
Diseño de boletas electorales pendiente de aprobación total
En una segunda sesión extraordinaria, el consejo general aprobó el diseño e impresión de las boletas para la elección judicial, excepto aquellas destinadas a juzgadores de distrito y magistraturas de circuito, cuyo diseño deberá ser revisado en una sesión futura.
Aunque se presentaron propuestas para abrir alternativas legales que permitieran modificaciones en las boletas antes de los comicios, estas no lograron el consenso necesario para ser implementadas.
El INE, con uno de los mayores retos presupuestales en su historia, deberá afrontar las elecciones del próximo año buscando soluciones ante las limitaciones impuestas por el recorte.