El popular restaurante de comida rápida en Cancún enfrenta serias acusaciones sobre sus condiciones de higiene, tras la divulgación de imágenes y testimonios en redes sociales que exponen prácticas insalubres que afectan tanto a empleados como a clientes.
En días recientes, el restaurante KFC ubicado en La Gran Plaza de Cancún ha sido objeto de fuertes críticas y preocupaciones debido a las alarmantes condiciones de higiene en las que opera. Las redes sociales se han convertido en el escenario principal donde clientes y empleados han compartido imágenes y testimonios sobre el deplorable estado de limpieza del establecimiento.
Las denuncias han resaltado que el KFC de La Gran Plaza se encuentra en un estado de suciedad preocupante, poniendo en riesgo la salud tanto de sus trabajadores como de los consumidores. Entre las quejas más destacadas se encuentran la acumulación de restos de comida quemada en el aceite utilizado para freír el pollo, que ha estado en uso durante varias semanas. Este aceite rancio no solo genera un olor y sabor desagradables, sino que también plantea serios riesgos para la salud.
Los testimonios de empleados han añadido gravedad a la situación, revelando prácticas insalubres en el manejo de alimentos. Según estas declaraciones, el pollo que no se vende o se cancela en los pedidos es reciclado y vuelto a ofrecer a los clientes sin ningún tipo de control sanitario. Además, se ha informado que el pollo crudo se descongela en el piso de la cocina, exponiéndose a posibles contaminantes y bacterias que pueden encontrarse en el suelo.
El KFC de La Gran Plaza es uno de los restaurantes más concurridos en Cancún debido a su ubicación estratégica en el centro comercial de la ciudad. La exposición de estas prácticas insalubres ha generado una ola de preocupación entre los habitantes de la región, quienes exigen una pronta intervención de las autoridades sanitarias para garantizar que se tomen las medidas correctivas necesarias.
Hasta el momento, no se ha emitido una respuesta oficial por parte de la cadena de restaurantes KFC ni de las autoridades locales sobre estas denuncias. Sin embargo, la creciente presión pública y el alcance de las redes sociales están ejerciendo una fuerte presión para que se realicen inspecciones y se tomen acciones adecuadas para resolver estos problemas de higiene y seguridad alimentaria.
La situación subraya la importancia de mantener altos estándares de limpieza y seguridad en los establecimientos de comida rápida, no solo para cumplir con las normativas sanitarias, sino también para proteger la salud y el bienestar de los consumidores.
