El pleno de la Cámara de Diputados aprobó con 349 votos a favor y 132 en contra la Ley de la Guardia Nacional, desatando un fuerte debate en torno a la militarización de la seguridad pública. Esta reforma contempla el traslado formal de dicha corporación a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), otorgándole nuevas atribuciones que incluyen labores de inteligencia, operaciones encubiertas e incluso intervención de comunicaciones privadas.
¿Qué cambia con la Ley de la Guardia Nacional?
La Ley de la Guardia Nacional redefine el marco de operación de esta institución como una fuerza permanente bajo control militar, aunque con funciones de seguridad civil. El dictamen aprobado establece que la Guardia podrá ejecutar tareas que anteriormente estaban reservadas a agencias especializadas, como la vigilancia masiva en internet y la utilización de usuarios simulados para detectar actividades delictivas.
Críticas por posible “ley espía”
Legisladores del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano calificaron esta legislación como una herramienta de vigilancia que pone en riesgo las libertades individuales. Guillermo Anaya, diputado panista, arremetió:
“La seguridad pública no se construye desde los cuarteles, sino desde la cercanía con la gente. No vamos a permitir una ley espía”.
La diputada Laura Ballesteros pidió frenar el debate y abrir un parlamento abierto, pero fue rechazada por mayoría.
Defensa de Morena: “No es militarización, es seguridad”
El morenista Julio César Moreno defendió la ley argumentando que el mando sigue siendo civil, dado que la estrategia de seguridad emana de la Secretaría de Seguridad Pública, aunque la ejecución recaiga en la Sedena.
También señaló que, aunque la Ley de la Guardia Nacional permite nuevas atribuciones, todas estarán sujetas a control judicial y protocolos constitucionales.
Implicaciones clave de la nueva legislación
Atribuciones ampliadas
- Operaciones encubiertas autorizadas judicialmente
- Intervención de comunicaciones privadas
- Inteligencia en zonas fronterizas y puntos estratégicos
- Coordinación con estados y municipios
Jerarquía y mando
El titular de la Guardia deberá ser un general de división propuesto por Sedena y ratificado por la presidencia. Además, podrá firmar convenios con gobiernos locales para tareas conjuntas de seguridad pública.
¿Militarización o evolución institucional?
El debate sigue. Mientras Morena y aliados consideran que esta ley fortalece la capacidad del Estado para enfrentar el crimen organizado, la oposición ve en ella un riesgo grave para la democracia y los derechos civiles.
Sin duda, la Ley de la Guardia Nacional marcará un antes y un después en el modelo de seguridad mexicano.