En 2024, Quintana Roo se posicionó como el cuarto estado del país con más ataques contra defensores del medio ambiente, según un informe del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda). El reporte señala que se registraron 19 agresiones relacionadas con la defensa ecológica en esta entidad. Estas situaciones han encendido las alertas a nivel nacional, especialmente por la participación activa de ciudadanos y especialistas frente a megaproyectos como el Tren Maya y desarrollos inmobiliarios.
Violencia ambiental: una tendencia alarmante en Quintana Roo
Las agresiones incluyen intimidaciones, amenazas, robos, difamación, e incluso lesiones. La mayoría de estos ataques ocurrieron mientras los defensores del medio ambiente intervenían en denuncias contra proyectos que amenazan los ecosistemas naturales del estado.
Estos actos no solo son violaciones a los derechos humanos, sino también un reflejo de la falta de cumplimiento y transparencia en los permisos ambientales, los cuales muchas veces son otorgados en condiciones poco claras o sin cumplir los requisitos legales.
Comparativa nacional: Quintana Roo bajo la lupa
Estados con mayor número de agresiones en 2024
-
Oaxaca: 42 casos
-
Chiapas: 32 casos
-
Ciudad de México: 29 casos
-
Quintana Roo: 19 casos
A pesar de estar en cuarto lugar, Quintana Roo comparte similitudes con los estados que lideran la lista: todos enfrentan conflictos socioambientales derivados de megaproyectos y urbanización descontrolada.
Este contexto ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para quienes defienden el derecho a un medio ambiente sano.
Criminalización de ambientalistas en Cancún
Uno de los casos más destacados en el informe de Cemda es el del abogado Pablo Andrei Zamudio. Fue procesado penal y civilmente tras iniciar juicios en contra de desarrollos turísticos en Cancún por daños al ecosistema.
El proceso judicial se llevó a cabo con discreción y terminó sin que se le comprobara ningún delito, lo que ha generado preocupación por el uso del sistema legal para silenciar la protesta ambiental.
El caso de José Urbina Bravo y Sélvame del Tren
También se mencionó el caso de José Urbina Bravo, fundador de la organización Sélvame del Tren, quien ha sido objeto de intimidaciones tras denunciar las consecuencias ambientales del Tren Maya. Urbina expresó que no dejarán de luchar por la defensa de los ecosistemas, pese a los riesgos.
“Son ciudadanos responsables que ven que está pasando algo y no se quedan con los brazos cruzados, no cierran los ojos, sino que alzan la voz, proponen hacer algo”, señaló.
El rol de los ciudadanos y la defensa ambiental
Los activistas en Quintana Roo han tenido un papel fundamental en visibilizar los impactos ambientales de obras mal planeadas. A pesar de las amenazas, su labor continúa, respaldada por organizaciones nacionales e internacionales.
Este tipo de defensa ambiental se vuelve cada vez más urgente, en un país donde la protección a la biodiversidad muchas veces queda en segundo plano frente a los intereses económicos.
Además de los ataques directos, existen obstáculos legales, mediáticos y sociales que dificultan la labor de los defensores. {frase secundaria 1} y {frase secundaria 2} reflejan también cómo el contexto político y económico influye directamente en la protección de los derechos ambientales.