Familiares, amigos y colectivos civiles convocan a una serie de protestas para exigir el esclarecimiento del caso, una herida abierta en México.
En el marco del décimo aniversario de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, familiares, amigos, organizaciones civiles y colectivos han organizado una serie de marchas y manifestaciones en exigencia de justicia. Estas movilizaciones buscan mantener viva la demanda de esclarecer uno de los crímenes más impactantes de la historia reciente de México.
Tras varias reuniones con el gobierno actual, los padres de los estudiantes desaparecidos denunciaron la falta de avances en la investigación, así como la carencia de documentos clave para resolver el caso. Ante esta situación, anunciaron una serie de protestas que tendrán lugar tanto en el estado de Guerrero como en la Ciudad de México. Las jornadas de protesta comenzarán el 18 de septiembre y culminarán el 27 del mismo mes.
Calendario de movilizaciones:
- 18 de septiembre, 11:00 h: Mega marcha estatal desde la Glorieta del Caballito al Parador del Marqués en Chilpancingo, Guerrero.
- 19 de septiembre, 11:00 h: Ofrenda floral en honor a Yanqui Kothan Gómez Peralta en Chilpancingo, Guerrero.
- 20 de septiembre, 11:00 h: Mitin en la Estela de los Caídos en Iguala, Guerrero.
- 21 de septiembre, 11:00 h: Acto político cultural en la Plaza Los Sentimientos de la Nación en Chilpancingo, Guerrero.
- 22 de septiembre, 11:00 h: Acto político cultural en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Ayotzinapa, Guerrero.
- 23 de septiembre, 11:00 h: Mitin en el Consejo de la Judicatura Federal en la Ciudad de México.
- 24 de septiembre, 11:00 h: Mitin en la Fiscalía General de la República en la Ciudad de México.
- 25 de septiembre, 11:00 h: Mitin en la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México.
- 26 de septiembre, 16:00 h: Marcha Nacional con motivo del décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes, desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino.
- 27 de septiembre, 12:00 h: Marcha por justicia para los estudiantes caídos en Iguala, Guerrero.
Una herida abierta en la historia de México
El caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa no solo representa el dolor de la desaparición forzada de estos jóvenes, sino que es un reflejo de la crisis de derechos humanos en México, donde más de 115 mil personas siguen desaparecidas. Este crimen conmocionó al país y al mundo, exponiendo la violencia, corrupción e impunidad que prevalecen en diferentes niveles del gobierno y las fuerzas de seguridad.
Lo que en su momento se presentó como una versión oficial que aseguraba que los jóvenes fueron secuestrados, asesinados y quemados, resultó ser una narrativa fabricada desde los más altos niveles de poder. Las autoridades actuales han calificado el ataque en Iguala como un “crimen de Estado”, señalando que un cártel local, coludido con autoridades y fuerzas de seguridad, estuvo involucrado en el ataque. A pesar de las investigaciones y detenciones realizadas a lo largo de dos administraciones, muchas preguntas siguen sin respuesta.
La lucha constante de las familias y la comunidad educativa
Los padres de los estudiantes desaparecidos han mantenido su lucha incansable a lo largo de los años, reuniéndose regularmente en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Ayotzinapa, un internado gratuito con casi 100 años de historia que ha formado maestros comprometidos con los derechos de las comunidades marginadas. Los familiares son recibidos en la escuela con profundo respeto por los estudiantes, quienes los tratan como figuras de gran dignidad y fuerza.
Ayotzinapa ha sido históricamente un símbolo de lucha social en México. La conexión entre la escuela y los padres de los 43 desaparecidos es un recordatorio constante de la necesidad de justicia y de que la memoria de estos jóvenes sigue viva.
Diez años después, la búsqueda de justicia continúa
La desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta en la sociedad mexicana. Las familias de los estudiantes, apoyadas por colectivos y organizaciones civiles, continúan exigiendo verdad y justicia, una demanda que hasta ahora no ha sido plenamente satisfecha. Las movilizaciones de este décimo aniversario no solo buscan recordar a los jóvenes, sino también presionar a las autoridades para que se comprometan de manera real y definitiva con el esclarecimiento del caso.
Mientras la herida de Ayotzinapa permanece abierta, las marchas y protestas se convierten en un grito colectivo que busca mantener la esperanza viva: la esperanza de que algún día se conozca la verdad completa y que las familias puedan finalmente encontrar justicia para sus seres queridos desaparecidos.