Mario Marín, Exgobernador de Puebla Acusado de Tortura, Continúa Su Proceso en Libertad Tras Abonar una Caución de 100 Mil Pesos
En la madrugada de este miércoles, Mario Marín, exgobernador de Puebla, dejó el penal del Altiplano y fue trasladado a un domicilio en el Residencial San Ángel, en el estado de Puebla. Este movimiento se produjo después de que una jueza ordenara su liberación, decisión que ha generado controversia y protestas por parte de quienes lo acusan de tortura.
El exgobernador fue llevado a su nueva residencia por elementos de la Guardia Nacional, quienes utilizaron un vehículo institucional para su traslado. Marín, que enfrentaba acusaciones de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, ahora seguirá su proceso judicial en libertad condicional.
El traslado de Marín se produjo tras una resolución judicial que le permitió salir de prisión con el pago de una caución de solo 100 mil pesos. Esta decisión fue criticada por Lydia Cacho en su cuenta de X, donde expresó su descontento con el veredicto.
Este martes, las autoridades revisaron si existían órdenes de aprehensión, investigaciones o procesos penales pendientes contra el exgobernador. La abogada de la periodista, Araceli Andrade Tolama, indicó que, además de la caución económica, Marín deberá portar un brazalete electrónico, no podrá salir del país y enfrentará el juicio desde su domicilio.
Andrade Tolama también anunció que interpondrá un recurso de revocación contra la decisión de la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez, quien ordenó la liberación de Marín. Este fallo ha generado una ola de reacciones debido a la gravedad de las acusaciones que pesan sobre el exgobernador, encarcelado desde 2021.
Las acusaciones contra Mario Marín están vinculadas a la detención y tortura de Lydia Cacho tras la publicación de su libro “Los demonios del Edén” en 2004. En esta investigación, la periodista denunció al empresario Kamel Nacif por su presunta implicación en una red de pederastia. Cacho fue arrestada en diciembre de 2005 en Quintana Roo y trasladada a Puebla, donde fue sometida a tortura psicológica y amenazas de abuso sexual por parte de los oficiales que la custodiaban.
La liberación de Marín y las condiciones impuestas para su proceso en libertad han avivado el debate sobre la justicia y la impunidad en casos de tortura y violaciones a los derechos humanos.