Ocho asesinatos y agresiones a cámaras de videovigilancia movilizan a las autoridades
La noche del domingo 24 y la madrugada del lunes 25 de noviembre estuvieron marcadas por una serie de actos violentos en Culiacán, Sinaloa, dejando un saldo de ocho personas asesinadas y numerosos reportes de disparos dirigidos contra cámaras de videovigilancia, según información de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE).
De acuerdo con el reporte oficial, el 911 recibió 31 llamadas alertando sobre ataques a dispositivos de monitoreo en diversas colonias de la ciudad. Si bien ya se confirmó el daño a varias cámaras, las autoridades señalaron que el número exacto de equipos afectados se determinará en las próximas horas.
Principales incidentes de la jornada
Uno de los episodios más impactantes ocurrió en la carretera a Sanalona, a la altura de un centro comercial en la colonia El Barrio, donde se encontró el cuerpo sin vida de un hombre. La víctima, aún no identificada, presentaba heridas de arma de fuego y estaba junto a una motocicleta. Elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) y de la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron al lugar para iniciar las investigaciones correspondientes.
Otro ataque se registró en la colonia Camino Real, donde un hombre fue herido a balazos mientras cerraba un expendio de licores. Los agresores huyeron tras disparar, y la víctima fue trasladada de emergencia a un hospital, donde recibió atención médica.
En un tercer hecho, en la colonia Guadalupe Victoria, un hombre fue lesionado en el patio de un domicilio. Según su testimonio, antes del ataque, tres personas fueron privadas de su libertad por hombres armados en el mismo lugar. Asimismo, en el fraccionamiento Isla Musala, dos hombres fueron secuestrados en un restaurante por sujetos armados. Más tarde, ambas víctimas fueron liberadas y trasladadas al hospital por familiares; presentaban golpes y quemaduras.
Ataques a infraestructura y uso de ponchallantas
Durante la madrugada, las autoridades reportaron el uso de ponchallantas colocados cerca de la Iglesia La Lomita. Al menos cinco vehículos resultaron dañados por estos artefactos antes de que la PEP lograra retirarlos y asistiera a los conductores afectados.
Por otra parte, los disparos dirigidos a cámaras de videovigilancia representan un claro intento de debilitar el monitoreo de las autoridades en la ciudad, un hecho que ha generado mayor preocupación entre los ciudadanos y pone de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de seguridad.
Tanto la Secretaría de Seguridad Pública del Estado como la Fiscalía General del Estado siguen investigando los hechos para identificar y procesar a los responsables materiales e intelectuales de esta jornada violenta. La población, mientras tanto, observa con inquietud el desarrollo de los acontecimientos, exigiendo acciones concretas que garanticen la tranquilidad en la región.