Las ligas de fútbol europeas y la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales acusan a la FIFA de abuso de poder en la creación de los calendarios, lo que afecta tanto la salud de los jugadores como la sostenibilidad de las competiciones nacionales.
Este lunes, diversas ligas de fútbol europeas, incluyendo la española, y la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro), presentaron una denuncia formal contra la FIFA ante la Comisión Europea. El motivo de la queja es el presunto abuso de su posición dominante en el fútbol europeo a la hora de imponer calendarios internacionales, afectando a las ligas nacionales.
En un comunicado, los demandantes explicaron que “la imposición de decisiones sobre el calendario internacional por parte de la FIFA constituye un abuso de posición dominante y viola la legislación de la Unión Europea”. Según los representantes de estas ligas, la FIFA está obligada a actuar de manera “transparente, objetiva, no discriminatoria y proporcionada”, siguiendo la jurisprudencia reciente, para evitar conflictos de interés que perjudiquen a las competiciones locales y a los futbolistas.
La conferencia de prensa, celebrada en Bruselas bajo el lema “Protegiendo la salud de los futbolistas y salvaguardando la sostenibilidad de las ligas nacionales en Europa contra la conducta abusiva de la FIFA”, contó con la participación de representantes de FIFPro Europa, la Liga Española, la Premier League, entre otros. Todos coincidieron en que la FIFA no ha mantenido un diálogo adecuado con las ligas nacionales para planificar el calendario internacional, lo que ha generado una creciente insatisfacción en el ámbito del fútbol europeo.
Javier Tebas, presidente de La Liga, fue uno de los más críticos durante la conferencia, señalando que tanto la FIFA como la UEFA “están abusando de su posición dominante”. Tebas argumentó que estas instituciones, reconocidas como monopolios por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), no han mostrado voluntad de cambiar su enfoque. “Es sorprendente que, después de nueve meses de resoluciones clave sobre la gobernanza del fútbol en Europa, la FIFA siga sin escuchar o entender el mensaje”, declaró.
Tebas también hizo hincapié en la necesidad de un enfoque más colaborativo, destacando que él mismo se reúne con los sindicatos del fútbol en España para acordar los calendarios de las competiciones nacionales. “Lo mismo debe ocurrir a nivel mundial”, afirmó, añadiendo que las reglas actuales ya no son adecuadas para el fútbol moderno, que ha evolucionado considerablemente en la última década.
Mathieu Moreuil, director de relaciones internacionales de la Premier League, también expresó su descontento. “Queremos un proceso transparente, queremos acuerdos reales y no solo consultas”, enfatizó Moreuil, quien añadió que la falta de respuesta por parte de la FIFA cuando intentan iniciar un diálogo es un grave problema. Según el representante de la Premier League, la saturación del calendario, con torneos adicionales como la Liga de Naciones, el Mundial de Clubes y un Mundial ampliado, está poniendo en peligro la salud de los jugadores y las competiciones domésticas.
“Ya no quedan días en el calendario”, lamentó Moreuil, subrayando que la sobrecarga de partidos afecta gravemente tanto a los futbolistas como a las ligas nacionales. Entre los riesgos señalados, mencionó el agotamiento físico de los jugadores debido a la cantidad de competiciones y la falta de tiempo de recuperación, lo que podría tener consecuencias a largo plazo en sus carreras profesionales.
La preocupación de las ligas nacionales es que esta acumulación de torneos internacionales, con más fechas y equipos en eventos como la Liga de Campeones o el Mundial de Clubes, está afectando gravemente el desarrollo de las competiciones domésticas. En este sentido, los representantes de las ligas y FIFPro están pidiendo una reorganización de los calendarios que sea más justa y sostenible para todos los involucrados.
El conflicto entre las ligas europeas y la FIFA no parece tener una solución inmediata, y el enfrentamiento podría escalar en los próximos meses si no se logra un acuerdo que equilibre los intereses de las competiciones nacionales e internacionales. La denuncia presentada ante la Comisión Europea podría ser el primer paso en una larga batalla legal en defensa de la salud de los jugadores y la viabilidad del fútbol nacional en Europa.
