A pesar de ser una de las entidades con mayor demanda de electricidad en México, Quintana Roo recibió una inversión en generación eléctrica durante el actual sexenio que apenas alcanza el 55.9% de lo invertido en el periodo anterior, lo que ha llevado a una frágil infraestructura y constantes apagones en el estado.
Quintana Roo se encuentra en una situación crítica en cuanto a su capacidad de generación eléctrica. Durante el actual sexenio, la inversión en este sector fue una de las más bajas del país, alcanzando apenas un 55.9% de los 2 mil 412 millones de dólares que se destinaron durante el periodo 2012-2018. Esta falta de inversión ha dejado al estado con una infraestructura eléctrica insuficiente para cubrir la creciente demanda de energía.
Según información del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), aunque Quintana Roo experimentó el sexto mayor aumento en la demanda de electricidad en los últimos seis años, entre 2019 y el primer trimestre de 2024, sólo se le aprobaron mil 386 Mega Watts (MW) como nueva capacidad de energía. Esta cifra representa apenas un 57% de los 2 mil 213 MW aprobados durante la administración de Enrique Peña Nieto, lo que evidencia una disminución significativa en la inversión destinada a fortalecer el suministro eléctrico en la región.
El informe “México ante los Déficits Eléctricos”, elaborado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), advierte sobre la precariedad de la infraestructura eléctrica en Quintana Roo, que sigue siendo vulnerable debido a una interconexión débil con el resto del país y un déficit entre la oferta y la demanda de electricidad. Aunque se han anunciado nuevas inversiones para la construcción de centrales de energía en la entidad, estas estarán mayormente dedicadas a abastecer proyectos federales como el Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum, lo que dejará sin resolver el problema de fondo en el estado.
El documento del IMCO subraya que para solucionar el déficit energético en Quintana Roo, sería necesario cuadruplicar la inversión actual, lo que permitiría contar con un suministro confiable y capaz de responder eficientemente a los cambios abruptos en la demanda. Este reto es especialmente relevante considerando que la demanda de energía sigue creciendo a un ritmo del 14% anual, impulsada por el continuo flujo de inmigración al estado.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), por su parte, ha atribuido los constantes apagones registrados en Quintana Roo a la sobrecarga de la infraestructura eléctrica, generada por asentamientos irregulares. Según la CFE, más de 56 mil viviendas distribuidas en 390 colonias de este tipo se conectan de manera ilegal a la red eléctrica utilizando diablitos, lo que ha provocado la sobrecarga y eventual explosión de al menos ocho transformadores, dejando sin luz a diversas colonias en Chetumal, Playa del Carmen, Tulum y Cancún.
En resumen, Quintana Roo enfrenta un desafío urgente en su infraestructura eléctrica. La falta de inversión adecuada, combinada con un crecimiento constante de la demanda y problemas de sobrecarga por conexiones ilegales, ha llevado a una situación insostenible que requiere una intervención inmediata y a gran escala para garantizar un suministro eléctrico confiable y suficiente para las necesidades presentes y futuras del estado.
