El republicano planea endurecer su postura migratoria, superando cifras de deportaciones en administraciones previas
La política migratoria en Estados Unidos vuelve al centro del debate con los planes de Donald Trump para intensificar las deportaciones masivas de migrantes en caso de regresar a la presidencia. Según las proyecciones, el republicano podría superar la marca de 200 mil mexicanos deportados anualmente, en comparación con los 194 mil 138 retornos promedio durante su administración previa y lo que va del mandato de Joe Biden.
Deportaciones bajo Trump y Biden: un análisis de cifras
Durante el periodo presidencial de Trump entre 2014 y 2020, un total de 766 mil 376 mexicanos fueron deportados, cifra cercana a los 786 mil 730 connacionales retornados en la gestión de Biden hasta septiembre de 2024, según datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
A pesar de las similitudes en las cifras generales, las condiciones migratorias han variado significativamente. Por ejemplo, Trump enfrentó un menor flujo de migrantes debido, en parte, a la pandemia de COVID-19. En su último año de gobierno, la movilización humana global cayó a niveles históricos, lo que facilitó la activación del Título 42, una normativa que permitió deportaciones inmediatas bajo razones sanitarias.
Por otro lado, Biden ha enfrentado un aumento notable en la llegada de migrantes, especialmente de Haití, impulsado por factores como el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en 2021. Este incremento marcó un cambio drástico en comparación con el descenso observado durante los últimos años de Trump.
Crisis fronteriza y medidas radicales
Trump reforzó su postura contra la migración con la firma de una emergencia nacional en febrero de 2019, justificando una “crisis en la frontera”. Esta medida le permitió destinar cerca de 8 mil millones de dólares para reforzar la seguridad en la frontera sur. Además, en una reciente declaración en su plataforma Truth Social, el expresidente aseguró que, de regresar al poder, planea usar al ejército para llevar a cabo deportaciones masivas de indocumentados.
Bajo su visión, las deportaciones no solo son una herramienta de seguridad nacional, sino una promesa clave para su electorado. Este enfoque ha sido cuestionado por defensores de los derechos humanos y expertos que argumentan que las políticas de deportación inmediata podrían agravar las crisis humanitarias en las fronteras.
Impacto y percepción pública
El flujo migratorio irregular sigue siendo una preocupación importante para la población estadounidense. Según una encuesta realizada en 2024 por el Pew Research Center, el 78% de los estadounidenses considera que la migración irregular en la frontera sur es un problema significativo o una crisis nacional. Este sentimiento ha influido en las decisiones políticas y en la popularidad de las posturas más estrictas, como las promovidas por Trump.
Por otro lado, las administraciones demócratas también han enfrentado presiones por adoptar enfoques más humanitarios en un contexto de creciente complejidad migratoria. En el caso de Barack Obama, su administración reportó un millón 633 mil 971 aprehensiones en la frontera sur durante sus últimos cuatro años, una cifra inferior a los 1.95 millones registrados por Trump.
La migración, históricamente un tema polarizador, sigue jugando un papel central en las campañas presidenciales y la elección de gobernantes en Estados Unidos. Mientras Trump adopta una postura más agresiva en su discurso, Biden enfrenta el desafío de equilibrar las demandas de seguridad con un enfoque más inclusivo.
El futuro de las políticas migratorias, y su impacto en miles de familias, dependerá en gran medida del próximo ciclo electoral, que definirá si las deportaciones masivas vuelven a ser la norma o si se exploran nuevas alternativas para abordar esta compleja problemática.