La decisión protege los actos “oficiales” del ex presidente pero no los “no oficiales”, retrasando así el juicio en su contra.
La Corte Suprema de Estados Unidos ha otorgado una inmunidad parcial al ex presidente Donald Trump en el caso del asalto al Capitolio, determinando que sus acciones “oficiales” como mandatario están protegidas, mientras que sus actos “no oficiales” no lo están. Esta decisión retrasa el juicio contra Trump, quien es acusado de intentar alterar los resultados de las elecciones de 2020. Trump celebró el dictamen como una “gran victoria” para la democracia.
En un fallo con una votación de 6 a 3, los jueces de la Corte Suprema señalaron que “un ex presidente tiene derecho a inmunidad absoluta frente a un proceso penal por acciones dentro de su autoridad constitucional concluyente”, pero también aclararon que “no hay inmunidad para actos no oficiales”. Los votos en contra fueron emitidos por las juezas progresistas.
Esta resolución probablemente demorará el juicio que enfrenta Trump en Washington, D.C., por cargos federales de subversión electoral. La decisión rechaza el fallo de un tribunal federal de apelaciones de febrero que había determinado que Trump no gozaba de inmunidad por los presuntos delitos cometidos mientras era presidente, relacionados con su intento de revertir los resultados de las elecciones de 2020.
Para el republicano, esta decisión supone una victoria significativa, ya que posiblemente evitará que tenga que comparecer ante otra corte antes de las elecciones del 5 de noviembre, en las que podría enfrentarse nuevamente al actual presidente, el demócrata Joe Biden.
Este año, Trump ya pasó varias semanas en una corte de Nueva York, convirtiéndose en el primer ex presidente de la historia de Estados Unidos en ser declarado culpable de un delito penal. En ese caso, se le encontró culpable de falsificación de registros comerciales relacionados con un pago para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels.
El caso de inmunidad ante la Corte Suprema surge de un tribunal federal en Washington, donde en agosto de 2023 un gran jurado imputó a Trump tres cargos penales por intentar revertir las elecciones que perdió frente a Biden en 2020 e instigar el asalto al Capitolio en enero de 2021, cuando estaba prevista la certificación de los resultados electorales.
La defensa de Trump solicitó la anulación del juicio alegando que gozaba de inmunidad por haber sido presidente cuando ocurrieron los hechos. Sin embargo, tanto la jueza encargada del caso en Washington como una corte de apelaciones desestimaron estas peticiones, lo que llevó a Trump a elevar el asunto al Supremo, que lo estudió durante una vista judicial en abril.
Aunque la inmunidad presidencial absoluta no está explícitamente recogida en la Constitución ni en las leyes, históricamente los presidentes en ejercicio han gozado de esta protección para evitar una violación a la separación de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial. La defensa de Trump buscó extender esta doctrina legal para que los ex presidentes también gocen de inmunidad penal por actos cometidos durante su mandato. No obstante, la Fiscalía argumenta que Trump no puede estar por encima de la ley.