Yoon Suk Yeol implementa una medida drástica para enfrentar lo que considera una crisis provocada por la oposición y las amenazas de Corea del Norte.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, anunció este martes la declaración de la ley marcial de emergencia, en un intento por proteger al país de lo que considera amenazas internas y externas, incluyendo la influencia comunista de Corea del Norte. En un discurso transmitido en vivo, Yoon explicó que la medida era esencial para salvaguardar los valores democráticos y constitucionales del país ante lo que calificó como una crisis política provocada por la oposición.
Yoon señaló que, debido a la obstrucción del proceso parlamentario por parte de los partidos opositores, se vio forzado a tomar esta acción. Aseguró que la oposición ha paralizado el gobierno al tomar como rehén el Parlamento, lo que ha exacerbado la situación política en el país. Aunque no especificó qué medidas exactas tomaría bajo la ley marcial, enfatizó que la medida era necesaria para preservar el orden liberal de la nación.
El mandatario surcoreano mencionó la reciente moción presentada por el Partido Democrático, que controla la mayoría en el Parlamento, que buscaba destituir a varios fiscales clave, así como el rechazo a una propuesta de presupuesto del gobierno. La situación ha generado tensiones significativas entre el gobierno de Yoon y la oposición, lo que ha afectado su capacidad para avanzar en su agenda política.
La declaración de ley marcial ha incrementado la polarización política en Corea del Sur, donde la aprobación del presidente ha caído en los últimos meses debido a su falta de progreso con un Parlamento controlado por la oposición. Yoon, que asumió el cargo en 2022, ha tenido dificultades para avanzar con sus propuestas, especialmente en el área económica y en la gestión de escándalos que involucran a su esposa y a altos funcionarios de su gobierno.
En respuesta al anuncio, el Partido Democrático convocó a una reunión de emergencia de sus legisladores. La situación se agrava aún más con la orden de cerrar el Parlamento, prohibir todas las actividades políticas y someter a los medios de comunicación a un control gubernamental estricto. Park An-su, el comandante encargado de aplicar la ley marcial, comunicó que todas las actividades políticas, incluidas las manifestaciones y reuniones políticas, estarían prohibidas bajo esta medida de emergencia.
Este giro en los acontecimientos recuerda a la era de gobiernos autoritarios en Corea del Sur, particularmente en la década de 1980, y ha sido ampliamente criticado por la oposición, así como por miembros del propio Partido del Poder Popular de Yoon, que consideran que la medida es un paso demasiado radical que podría poner en peligro las libertades democráticas del país.
El futuro político de Yoon y su gobierno se mantiene incierto, ya que la situación sigue siendo tensa tanto dentro del Parlamento como en la sociedad surcoreana, mientras los ojos del mundo observan cómo se desarrollan los próximos días de crisis política.