El huracán Kristy avanza con rapidez en el Océano Pacífico, alcanzando la categoría 2, mientras se espera que continúe fortaleciéndose sin representar una amenaza para zonas pobladas.
El huracán Kristy ha alcanzado este miércoles la categoría 2 en el Océano Pacífico, y los meteorólogos esperan que siga ganando fuerza rápidamente en los próximos días. De acuerdo con el informe emitido a las 03:15 horas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el ciclón se encontraba a 490 kilómetros al sur-suroeste de la isla Socorro, en Colima, y a 960 kilómetros al sur-suroeste de Cabo San Lucas, en Baja California Sur.
Kristy se desplaza en dirección oeste a una velocidad de 31 kilómetros por hora, con vientos sostenidos de hasta 155 kilómetros por hora y ráfagas que alcanzan los 195 kilómetros por hora. Según los pronósticos, el fenómeno natural seguirá su curso sobre aguas abiertas, lejos de las costas, lo que ha permitido que no se emitan alertas ni avisos para las zonas costeras.
Este ciclón se formó el lunes como tormenta tropical en el sur del Pacífico, cerca de las costas mexicanas, antes de intensificarse a huracán de categoría 1. El martes, Kristy continuó su fortalecimiento, y para el miércoles ya había alcanzado la categoría 2. Las autoridades meteorológicas prevén que siga aumentando su intensidad, con la posibilidad de llegar a categoría 3 en las próximas horas y potencialmente alcanzar la categoría 4 alrededor de la medianoche del 24 de octubre. Para ese momento, se espera que esté ubicado a aproximadamente 1,285 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, sin afectar zonas pobladas.
Mientras Kristy sigue su trayecto por el Pacífico sin representar un peligro inmediato, en el Atlántico, el huracán Oscar ha perdido fuerza. El martes se degradó a remanentes tropicales tras haber tocado tierra en Cuba el pasado domingo como huracán de categoría 1. La isla, que sufrió inundaciones y cortes de electricidad, ha comenzado a recuperarse de los daños causados por Oscar.
Con Kristy ganando potencia en el Pacífico y Oscar debilitándose en el Atlántico, las autoridades meteorológicas continúan monitoreando ambos fenómenos para asegurar que cualquier cambio en su trayectoria o intensidad sea informado de manera oportuna.